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El estudio sobre el 'Prestige' quiere precisar si el fuel causó daños crónicos

El equipo pide financiación para investigar posibles "alteraciones genéticas persistentes"

La catástrofe del 'Prestige' en noviembre de 2002 dejó secuelas a largo plazo en pulmones y vías respiratorias de los marineros que lucharon contra la marea negra. Se trata de "bronquitis residual de origen tóxico", que no afectó a todos por igual, afirma Héctor Verea, jefe de Neumología del hospital Juan Canalejo de A Coruña y director de la investigación sobre 6.869 de los marineros afectados. El mismo equipo de investigadores busca financiación para ultimar otro estudio que pretende determinar si los efectos de la contaminación pueden causar alteraciones genéticas persistentes.

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La investigación de científicos de A Coruña, Madrid y Barcelona es la primera en el mundo que se realiza sobre las consecuencias en la salud humana de un vertido masivo de hidrocarburos, dos años después de producirse, y permite demostrar, "con afirmaciones rotundas y mucha seguridad", que el fuel no es inocuo para las personas. Se impone tomar medidas de protección a la hora de limpiar chapapote, como llevar mascarillas especiales y trajes que eviten el contacto con la piel.

Héctor Verea sospecha que esa "bronquitis residual" detectada en los marineros que más expuestos estuvieron al fuel es crónica dependiendo de las características genéticas de cada persona. "En algunas habrá tendencia a resolverse, como cualquier enfermedad, y en otras permanecerá", explica.

El equipo de investigadores, capitaneado por Héctor Verea, jefe de Neumología del hospital Juan Canalejo de A Coruña, ya ha presentado un proyecto ante el Fondo de Investigación Sanitaria del Ministerio de Sanidad para dar continuidad a su primer trabajo, que prueba los síntomas de la exposición al fuel.

Las imágenes de televisión de la riada de pescadores y voluntarios luchando contra el fuel del Prestige fueron las que impulsaron a este equipo de científicos, bajo el amparo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, a investigar las consecuencias, a largo plazo en la salud.

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El equipo que encabeza espera tener para finales de año resultados concluyentes de otra fase de su investigación, la que busca determinar si el fuel produjo "alteraciones persistentes en el ADN de los marineros que limpiaron la costa".

"Cualquier irritante, y todo tipo de fuel lo es, o un simple antibiótico causa alteraciones genéticas", explica Verea. Pero se trata de averiguar si la carga del Prestige, un hidrocarburo "especialmente irritante y que no entraría jamás en una refinería española" por su toxicidad, altera de forma definitiva las células al pasar a la sangre, o por el contrario es una sustancia tóxica que elimina el organismo, como tantas otras a las que está todo el mundo expuesto en su vida cotidiana, como la contaminación atmósférica o el tabaco, destaca la doctora Gema Rodríguez Trigo, también del departamento de Neumología del hospital coruñés.

"Y, de momento, no se detectaron desde luego ni más casos de cáncer, ni enfermedad" en el amplio colectivo de pescadores que participaron en esta investigación, subraya Rodríguez.

Una de los factores que da más fiabilidad a los resultados de su trabajo sobre los daños en las vías respiratorias y los pulmones fue la decisión de excluir de los datos a los marineros fumadores, dado que el tabaco potencia la inhalación de sustancias tóxicas "y produciría confusiones" a la hora de determinar las secuelas realmente originadas por el fuel.

Datos fiables

Héctor Verea subrayó que al tratarse de un estudio "sin precedentes, ni siquiera en países con muchos más medios y tecnología como Estados Unidos o Japón", que también padecieron grandes mareas negras a finales del pasado siglo, los investigadores fueron especialmente escrupulosos en sus ensayos, lo que garantizó lentitud en los trabajos pero también fiabilidad en los resultados.

Para el jefe de Neumología del Juan Canalejo de A Coruña, desde donde se dirigió todo el trabajo y las excursiones para visitar a más de 800 pescadores (600 en la Costa da Morte, la más afectada por el Prestige y 200 de la Mariña lucense, que no estuvieron en contacto con el chapapote), la importancia de esta investigación que prueba las secuelas del fuel en la salud humana es concienciar a las autoridades de la imperativa necesidad de tomar medidas preventivas de la población cuando ocurre una marea negra. "Tarde o temprano habrá otro accidente, y lo que está demostrado es que cuanta mayor protección en las tareas de limpieza, menos afección para la salud", alerta Verea.

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