Un duro drama rumano sobre el aborto se lleva la Palma de Oro
Cristian Mungiu logra el máximo galardón por su película '4 meses, 3 semanas y 2 días'
4 meses, 3 semanas y 2 días, del rumano Cristian Mungiu, logró ayer la Palma de Oro de la 60º edición del festival de Cannes. Una película durísima que entusiasmó desde su proyección, el primer día del festival. Nacido en Iasi (Rumania) en 1968, Mungiu sitúa su segundo largometraje en los últimos días de la dictadura de Ceaucescu y en el conflicto que se crea entre dos amigas cuando una de ellas decide abortar de forma clandestina. Un drama oscuro y brutal que encaja perfectamente con el cine que siempre ha defendido el presidente del jurado de este año, el británico Stephen Frears. 4 meses, 3 semanas y 2 días, primer largometraje rumano que gana la Palma de Oro, estuvo desde el primer día presente en la memoria del certamen. "Espero que este premio sea un aliento para pequeños cineastas de pequeños países que no necesitan ni grandes presupuestos ni grandes estrellas para hacer una historia que todo el mundo escuche", dijo Cristian Mungiu con su Palma de Oro entre las manos.
Gus van Sant logra el Premio Especial 60º aniversario por 'Paranoid Park'
El Gran Premio del Jurado, segundo en importancia, fue para la película de la japonesa Naomi Kawase Mogari no mori, un drama minimalista dotado de la belleza plástica del gran cine asiático. No fue la única película oriental premiada ayer: la actriz coreana Do-Yeon Jeon lograba el premio a la mejor interpretación por Secret Sunshine, otro dramón de escala mística.
"El festival de Cannes es una ventana abierta a la libertad de creación", dijo anoche la actriz Jane Fonda antes de entregar La Palma de Oro. Su frase definía a la perfección el sentido del Premio Especial 60º aniversario para Gus Van Sant por Paranoid Park. El cineasta estadounidense agradeció el honor (especialmente relevante y significativo y que le entregó con un abrazo y un guiño de enorme respeto Stephen Frears) por una película que Van Sant calificó de "muy modesta". El genio del cineasta (Palma de oro en 2003 por Elephant) ha quedado grabado en dos de las secuencias más impresionantes y poéticas de este festival: la de la ducha del joven protagonista de Paranoid Park después de cometer su crimen y la de la primera vez que se acuesta con su novia. Apenas se ve nada, una cabeza inmóvil bajo el chorro del agua en la primera y una melena rubia que juguetea en la cama en la segunda. Apenas nada para transmitir toda la soledad, toda la incomunicación, de un adolescente tan culpable como inocente.
El premio al mejor director fue para el estadounidense Julian Schnabel por La escafandra y la mariposa. Con gafas de sol y mirando al cielo, un sobreactuado Schnabel saludó uno a uno a todos los miembros del jurado y pronunció una larga lista de agradecimientos. Le dio las gracias al actor Mathieu Amalric y le pidió a las actrices de la película que se pusieran en pie. El ruso Konstantin Lavronenko fue elegido como el mejor intérprete por la película rusa Izgnanie y el premio del jurado fue -ex aequo- para la película de dibujos animados Persepolis, de la franco iraní Marjane Satrapi, y Luz silenciosa, del cineasta mexicano Carlos Reygadas. Dos de los filmes que más han entusiasmado este año.
El jurado (compuesto por las actrices Maggie Chueng, Maria de Medeiros, Toni Collete y Sarah Polley, el actor Michel Piccoli, los cineastas Marco Bellocchio y Abderrahmane Sissako y el escritor y premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk) decidió además que la película turco alemana Al otro lado recibiera el premio al mejor guión. Su escritor y director, Fatih Akin recogía el premio a una película que narra la vida de seis personajes enfrentados a la muerte.
Todo, en una ceremonia rápida y sencilla, presentada por la actriz Diane Kruger sobre un escenario de columnas y cortinas blancas y en la que Alain Delon, que anunció el premio a la mejor actriz, pidió un aplauso y un recuerdo para Romy Schneider (gran y fatal amor del guapo francés) que murió hace 25 años en un mes de mayo como éste.
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