"La UE debe liderar la lucha contra el calentamiento"
Susan George (Ohio, 1935) es una de las activistas más importantes del llamado movimiento antiglobalización. Nacionalizada francesa, esta socióloga es presidenta del Observatorio de la Mundialización y vicepresidenta de ATTAC -un movimiento internacional que busca el control democrático de los mercados-. La autora de El informe Lugano y de Otro mundo es posible si... recibió el mes pasado el doctorado Honoris causa por la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Pregunta. ¿Toda la globalización es negativa?
Respuesta. Yo no hablo de globalización a secas, hablo de globalización neoliberal, que concentra la riqueza y el poder en unas pocas personas privilegiadas de la sociedad. El neoliberalismo es un sistema que crea desigualdades enormes, que privilegia a unos pocos y perjudica a muchos. Sabemos que con las políticas liberales, el crecimiento es menor que con otros sistemas. Ahora bien, si hablamos de la globalización de la cultura, de las ideas, del intercambio, naturalmente estoy de acuerdo.
"EE UU hizo presión para frenar la difusión de información sobre el cambio climático"
P. ¿Sigue pensando que otro mundo es posible?
R. Sí. Otro mundo es posible. Pero hay que empezar por establecer compromisos políticos para acabar con las desigualdades. Hay que analizarlo todo y sobre todo tener muy presente el entorno, el medioambiente.
P. ¿Cuál es el papel de los ciudadanos en ese cambio?
R. Luchar para ser más ciudadanos, tener cosas que decir a todos los niveles. En Francia, como supongo que pasará en España, muchas leyes se deciden sin contar con los ciudadanos, sin que ni siquiera sepan de su existencia. Es lamentable.
P. Se ha dicho que una de las enfermedades del siglo XXI es el consumismo.
R. Nuestra enfermedad es que haya gente que no puede consumir, que es aún más grave. Hay personas que viven en condiciones de miseria, que no tienen dinero para comprar un libro, que no tienen ni siquiera una cama en la que dormir y duermen en el suelo. Yo creo que hay que ocuparse primero de los que no pueden consumir antes de ocuparse de los que consumen en exceso.
P. ¿Por qué no hemos actuado para prevenir las consecuencias del cambio climático?
R. Lo primero que escribí sobre el cambio climático es un artículo de 1989, y no cambiaría ni una sola línea. En esa época ya sabíamos mucho de lo que se sabe ahora, pero hubo mucha censura. El Gobierno estadounidense, el lobby del petróleo y de la industria automovilística hicieron presión para frenar la difusión de información sobre el calentamiento. Ahora quizás sea demasiado tarde. Los últimos informes sobre el cambio climático son tremendamente alarmantes. Así como creo que con la política aún tenemos tiempo de reaccionar, con el clima no estoy en absoluto segura.
P. ¿Qué se puede hacer?
R. Esperar, publicar y ensayar todos los métodos posibles para frenarlo. Hay que intentar no provocar un efecto cascada que acelere, que agrave ese cambio climático. Y en esto Europa puede estar a la cabeza. Hay que introducir una tasa sobre el CO2 y no podemos contar con Estados Unidos para nada de esto. La Unión Europea debe liderar la lucha contra el calentamiento global, puede demostrar que es posible que países industrializados y avanzados hagan políticas para luchar contra el cambio climático. También hay que promover el uso de energías renovables.
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