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Reportaje:

La Administración compra justo

Cada vez más organismos públicos apuestan por el comercio ético

Parafraseando a un entrevistador aficionado que se ha hecho popular en las últimas semanas: ¿sabe usted lo que cuesta un café de comercio justo? Pues lo mismo que un café de máquina cualquiera: 0,40 euros, aproximadamente. Eso es posible porque cada vez son más las administraciones públicas que están comprando café de comercio justo para colocarlo en las máquinas dispensadoras de sus sedes. En el Congreso, el Senado y la Moncloa, por ejemplo, diputados, senadores y ministros echan las moneditas para tomarse un café con buen origen.

Pioneros fueron, como recuerdan desde Ideas -ONG distribuidora de artículos de compra ética en toda España- en el Ayuntamiento de Barcelona. "Hicieron un concurso para la licitación formal del café y de las cestas de regalos", explica una portavoz de Ideas, para diferenciar la iniciativa de otras muchas que se refieren a compras puntuales de este tipo de artículos. "Tenemos 102 máquinas de bebidas calientes en las que el chocolate o el té también son de comercio justo", explica Fermí Vallbé, del Ayuntamiento de Barcelona. "Además, estos productos son los que se ofertan en las tres cafeterías de gestión municipal, porque participamos en la Red de Compra Pública Ética de Cataluña". Con el café y el chocolate llevan cinco o seis años, pero ya se han metido a comprar uniformes confeccionados con algodón de la campaña Ropa Limpia, por ejemplo, para los jardineros municipales. O madera certificada para los ataúdes de los servicios funerarios o los bancos de los parques.

Starbucks va a firmar con Etiopía la cesión de la denominación de origen de sus cafés

Otros Ayuntamientos, como el de Madrid, Coín (Granada) o Manresa (Barcelona) y Gobiernos Autónomos, como el de Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco o Andalucía, han incorporado compras puntuales de camisetas de algodón garantizado, balones, bolsas, artículos para regalos institucionales o servicio de comida para recepciones, como recuerdan desde la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.

El gasto total de las administraciones públicas en sus compras de todo tipo asciende al 17% del PIB. Las ONG buscan que parte de ese gasto se haga con justicia, y se felicitan porque el porcentaje de estas compras está subiendo en todas las administraciones.

En Azuqueca de Henares (Guadalajara, 30.000 habitantes), son expertos. Las máquinas del Ayuntamiento tienen este tipo de café. "Fue iniciativa de los ciudadanos", recuerda Pablo Bellido, concejal de 31 años y candidato por el PSOE a la alcaldía: "Está mucho mejor y es más suave, los muy cafeteros podemos tomar más". Además, las camisetas con las que celebran los días de la Mujer y la Juventud son de algodón garantizado. "Lógico, porque sólo faltaba que utilizásemos en el día de la mujer camisetas hechas por mujeres en el Tercer Mundo en condiciones de esclavitud", concluye Bellido.

En este caso, como en muchos que reconoce Setem -otra de las grandes ONG nacionales de comercio justo- las administraciones acuden sobre todo a ONG locales para proveerse de estos productos. Pero no hay que irse tan lejos. Hoy se celebran en muchas localidades fiestas porque es el Día Mundial del Comercio Justo.

Y otra cosa que tienen que celebrar es que Starbucks, la multinacional cafetera estadounidense, ha asegurado que reconoce que la denominación de origen de los cafés de Etiopía pertenece a este país -antes la reclamaban para sí-, después de una campaña internacional de las ONG. Así lo explica desde Intermón Oxfam Paloma Escudero, responsable de Comercio con Justicia: "Ese café tendrá más valor, con lo que los agricultores podrán subir los precios, dado que a los consumidores no les importará pagar un poco más por consumir un café de calidad", explica. Si finalmente se firma el acuerdo entre Starbucks y el país africano, previsto para este mes, el resultado será de 88 millones de euros más al año para los cafetaleros etíopes.

Desfile de moda de comercio justo, el pasado mes en Madrid.
Desfile de moda de comercio justo, el pasado mes en Madrid.C. MANUEL

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