Un gasoducto en mi jardín
Es inconcebible que, en un país que se dice europeo y ya en pleno siglo XXI, se instale una planta de gas a 800 metros de un arsenal militar y a un kilómetro escaso de la ciudad de Ferrol (incumpliendo las normas de seguridad en cuanto a distancias), en una ría que impide el escape de los buques gaseros hasta alta mar en menos de 10 minutos y si no está la marea alta (incumpliendo otra vez la normativa de seguridad que exige que los gaseros puedan llegar a alta mar en menos de cinco minutos independientemente de las mareas) y cargándose de paso, gracias a los vertidos de agua fría en la ría, la riqueza marisquera de ésta (incumpliendo ahora el mínimo cuidado de la naturaleza y sus recursos naturales).
Más todavía si se tiene en cuenta que se desdeñó, por puro capricho, una ubicación a la entrada de la ría que sí cumpliría con las exigencias medioambientales y de seguridad. Y si quieren ver más incumplimientos, disponen de la web comitecidadan.org. Eso sí, los delincuentes son los mariscadores que impiden el paso de los gaseros para que descarguen, los cuales, dicho sea de paso, no tienen los permisos en regla.
¿Hasta cuándo los intereses económicos de unos pocos seguirán prevaleciendo sobre la seguridad y los intereses de una población, la que vive a orillas de la ría, de unas 140.000 personas? ¿Es ésta la "democracia" que nos quieren vender.
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