Venezuela volverá a pedir la extradición de Posada Carriles por terrorismo
La liberación del anticastrista indigna a Cuba
El desenlace del caso del anticastrista Luis Posada Carriles, tras desestimar una juez de EE UU los cargos contra él por inmigración ilegal, ha indignado en Venezuela y Cuba, que le acusan de terrorismo. Caracas volverá a pedir su extradición, mientras que las autoridades cubanas afirman que el que Posada esté libre es una prueba de la hipocresía y la doble moral de Washington.
El último proceso, hasta ahora, de Posada Carriles dio un giro la noche del martes al desestimar la juez que llevaba su caso los siete cargos que se le imputaban. Seis eran por mentir al intentar entrar en EE UU en marzo de 2005 y otro por estar en posesión de un pasaporte falso. La juez de El Paso (Tejas), que le había dejado el 19 de abril en libertad bajo fianza, argumentó, para ponerle en libertad absoluta, las "escandalosas tácticas del Gobierno" de EE UU en contra del acusado. Según ella "se violaron derechos constitucionales" para incriminarle.
El ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, dijo ayer que Caracas volverá a pedir a instancias internacionales "la extradición del reconocido terrorista Posada Carriles". El canciller consideró que Washington debería capturarlo, certificarlo como terrorista y abrirle juicio en base a los numerosos documentos incriminatorios entregados por Venezuela y Cuba.
Junto a Maduro, se encontraba en Caracas su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque. Éste argumentó que Washington protege a Posada "porque teme que este terrorista cuente todo lo que sabe sobre estas acciones y lo que hizo cuando era un hombre de la CIA". Los dos países acusan a Posada de ser el inductor y de estar implicado en el atentado contra un avión de Cubana de Aviación en 1976 en el que murieron 73 personas.
Aparte del recurso que aún puede interponer la fiscalía, el anticastrista tiene un juicio pendiente en Nueva Jersey por los envíos de dinero de exiliados para preparar y cometer una serie de atentados con bombas en hoteles de La Habana, en 1997.
