Los mariscadores de Ferrol impiden dos veces el acceso del primer gasero a la ría

Un centenar de pequeñas embarcaciones agrupadas en la entrada de la ría impidieron ayer que el gasero de Fenosa 'Galicia Spirit', cargado con 140.000 metros cúbicos de gas, llegara a la planta regasificadora de Mugardos para probar su funcionamiento. Hasta en dos ocasiones, el buque enfiló la bocana de la ría pero se detuvo ante la presencia de los mariscadores, vigilados por dos patrulleras de la Guardia Civil. A última hora de la tarde, el metanero quedó fondeado en Ares. La plataforma ciudadana que se opone al complejo se propone bloquear todos los intentos del metanero para acceder a la ría.

"Jugamos al ratón y al gato. Hemos ganado el primer asalto del combate, pero aún no sabemos el resultado", aseguraba ayer Bernardo Bastida, patrón mayor de Ferrol y miembro del Comité Cidadán de Emerxencia da Ría. Un día más, los mariscadores de Ferrol y Fene madrugaron para impedir, primero a las ocho de la mañana y después a las ocho de la tarde, la llegada del primer gasero a Reganosa.

La planta regasificadora de Mugardos aguarda para realizar las primeras pruebas de gas natural en sus tanques y sostiene que tiene todos los permisos en regla. El Comité de Emerxencia da Ría considera que el acto es "ilegal" y asegura que "no se apartarán" salvo que el barco los "embista".

Ayer, alrededor de las ocho de la mañana, con la primera pleamar, el Galicia Spirit, un gigante con 279 metros de eslora y las cubas repletas de gas, se asomaba a la bocana de la ría de Ferrol a la altura de Cabo Prioriño. En cuestión de minutos, el buque tuvo encima a una treintena de embarcaciones que lo rodearon junto al espigón del puerto exterior, en un baile acuático que recordaba a David contra Goliat. Tras avanzar unos metros, el gasero giró su proa y puso rumbo a la vecina ría de Ares, donde permaneció fondeado durante horas mientras la Guardia Civil identificaba a los tripulantes.

A última hora de la tarde, los mariscadores y el buque repitieron la jugada aunque el Galicia Spirit permaneció maniobrando frente a la costa coruñesa y no llegó a acercarse.

Fuentes de Reganosa indicaron que la compañía denunciará por daños a las personas identificadas en las protestas y lo hará "indivualmente" no "como colectivo". Por su parte, el comité acusó a la Capitanía Marítima de Ferrol, a la Autoridad Portuaria y a la Delegación del Gobierno en Galicia de ser "los responsables" de todos los daños físicos o materiales que se pudieran derivar de la entrada del buque gasero en la ría ferrolana.

"Reganosa no es seguro", sentenció Carmelo Teixeiro, portavoz del comité, "lo mismo dijeron del Titanic y lleva 100 años hundido en el fondo del mar".

La plataforma ciudadana, que agrupa a varios entidades vecinales, culturales y ecologistas, sostiene que la planta de Reganosa es "una bomba de relojería" fruto de una "cacicada" realizada por la Xunta de Manuel Fraga y amparada por el Gobierno actual. El comité insiste en que la instalación incumple la normativa que regula la ubicación de instalaciones de riesgo y acusa a Reganosa "de mentir hasta en los tribunales". La planta de gas está situada a 300 metros de la parroquia mugardesa de Mehá y a un kilómetro de la ciudad naval, al otro lado de la ría. Su ubicación ha sido recurrida por los vecinos en los tribunales españoles y europeos a falta de una resolución definitiva.

El bloqueo continuará

Cerca de 400 personas convocadas por el Comité de Emerxencia se concentraron a última hora de la tarde de ayer en el puerto ferrolano, frente a las instalaciones de Reganosa para protestar por la inminente puesta en funcionamiento de la planta de gas. "Aún no hay clientes, aún no hay plantas de ciclo combinado, aún están a tiempo de ponerla en otro sitio", declaró Alexandre Carrodeguas. La responsable de IU en Galicia, Yolanda Díaz, aplaudió las movilizaciones del comité frente a la pasividad de "unas administraciones públicas que incumplen su deber de velar por la seguridad de los ciudadanos".

El barco regresó a la ría de Ares a las nueve de la noche donde permanece fondeado. "Si está en Ares, la amenaza continúa", aseguró un mariscador. La próxima pleamar diurna, requisito indispensable para la entrada del buque, será a las ocho de esta mañana. "Vamos a estar en todas las mareas y no vamos a apartarnos", anunció Bastida. "No estamos quemando neumáticos, estamos defendiendo nuestro derecho a vivir".