Los países de la OTAN aceptan el escudo antimisiles que EE UU planea en Europa
Washington presenta su plan de instalaciones militares en Polonia y la República Checa
Estados Unidos presentó ayer a los aliados de la Alianza Atlántica sus planes para desarrollar un sistema antimisiles junto a Polonia y la República Checa en una reunión en la que todos estuvieron de acuerdo en aceptar el plan siempre que se garantice que la indivisibilidad de la seguridad, es decir, que todos los países aliados estén protegidos. Hubo también consenso en percibir que la amenaza balística existe. Rusia, a la que se presentó el proyecto, se manifestó preocupada por la iniciativa estadounidense, pero aseguró que no habrá vuelta a la guerra fría.
La delegación norteamericana, encabezada por el número tres del Pentágono, Eric Edelman, hizo una presentación de sus planes ante los embajadores reunidos para discutir el proyecto de escudo contra miles de largo alcance junto con expertos de los distintos países. Todos vieron cómo misiles disparados desde Irán eran dirigidos contra Washington, Roma, Ankara, Oslo y otras capitales. Vieron distintos supuestos de actuación del sistema, con 10 interceptores en Polonia y un radar en la República Checa, que cubre toda Europa (incluidas las islas Canarias), pero deja fuera a Grecia, Bulgaria, Rumanía y Turquía, por estar situados a corta y media distancia del origen del supuesto ataque.
Tras la exhibición, Edelman, primero, y los representantes de Polonia y la República Checa después, explicaron las razones de su pacto antes de que intervinieran otros embajadores. "Hubo unanimidad en el principio de la indivisibilidad de la seguridad", explicó en conferencia de prensa el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer.
Indivisibilidad significa que no puede haber países aliados que queden fuera de la cobertura. Los cuatro no cubiertos por el sistema norteamericano mostrado ayer estarán protegidos por otro de corto y medio alcance que prepara la Alianza y que estará coordinado con el principal. Ambos sistemas estarán operativos entre 2010 y 2013.
Como también hubo acuerdo en que "hay una amenaza real de misiles balísticos sobre Europa", según Scheffer, en la reunión "no se escucharon objeciones a lo que Estados Unidos está planteando en sus negociaciones con Polonia y la República Checa".
Los aliados, algunos de los cuales han manifestado en las pasadas semanas la necesidad no sólo de estar informados sino de tener informada a Rusia, insistieron en la necesidad de transparencia, idea que fue aceptada sin objeciones por Edelman.
En una posterior reunión de los aliados con Rusia, Edelman insistió en la voluntad de transparencia y ofreció a la parte rusa una copia del acuerdo de cooperación que el martes EE UU presentó en Moscú, que incluye potenciales asociaciones para explorar nuevas tecnologías, hacer investigación y desarrollo o producir sistemas conjuntamente. Rusia dijo ayer que lo analizaría, si bien en Moscú el primer viceprimer ministro, Serguéi Ivanov, señaló que no había razones para cooperar en defensa estratégica de misiles con Estados Unidos.
El embajador ruso, Konstantin Totsky, planteó las objeciones al plan norteamericano, empezando por su urgencia y por las amenazas alegadas. "Sabemos que es algo que no podemos parar", confesó, pero aventuró que se podrá llegar a algún tipo de acuerdo, en vista de que también los hubo en los años de guerra fría. "El despliegue del sistema no nos gusta, pero eso no quiere decir que vayamos a volver a la guerra fría. De ninguna manera". Lo que hará Rusia, según Totsky, es buscar "un sistema asimétrico de respuesta, uno que no sea tan caro como los 100.000 millones de dólares que cuesta éste. No los tenemos".
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