Los 'arrantzales' acusan a la ministra de ceder "una vez más"

Los pescadores vascos se encuentran "disgustados", pero, sobre todo, "muy enfadados" ante el acuerdo alcanzado entre España y Francia, con el respaldo de la Comisión Europea, que, en contra de lo que ellos vienen defendiendo, incluye la posibilidad de comercializar la anchoa que se capture en la campaña experimental que comenzará la próxima semana.

La ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, "se ha replegado una vez más a los intereses y a las presiones de Francia", coincidieron en señalar ayer los presidentes de las federaciones de cofradías de Guipúzcoa y Vizcaya, Jaime Tejedor e Iñaki Zabaleta, respectivamente. El comisario europeo de Pesca, Joe Borg, "es un títere de Francia", abundó Tejedor, mientras que Zabaleta exclamó: "¡Como si hubiese sido un logro que unos barcos que están en la mar de manera ilegal vuelvan a casa!"

"¡Como si fuera un logro que barcos que faenan ilegalmente vuelvan a casa!"

Los representantes de los arrantzales tienen previsto reunirse mañana en Santander con sus homólogos de Galicia, Asturias y Cantabria para analizar la situación. ¿Piensan en alguna movilización? "No lo sé, no lo sé", respondió el presidente de las cofradías vizcaínas, "cansado" de una situación que es "más de lo mismo". Cansado y decepcionado, porque Espinosa "no ha sabido mantener el órdago y negarse a la comercialización de la especie, como prometió a los pescadores españoles de bajura".

Tanto Zabaleta como Tejedor mostraron su estupor por el hecho de que Borg se limite a pedir a los barcos franceses que ya han salido a faenar anchoa que vuelvan a sus puertos, pero que en ningún momento hable de imponerles una sanción, pese a que se han hecho a la mar antes de lo permitido. "Un reglamento comunitario es para cumplirlo. Cuando nosotros lo incumplimos, nos machacan, como debe ser, pero si a Francia no le pasa nada, ¿podemos hacer nosotros lo mismo?", se preguntó con ironía Zabaleta.

El presidente de las cofradías vizcaínas apoyó sin fisuras la decisión del Gobierno autónomo de adoptar las medidas precisas para impedir la venta de anchoas procedentes de la próxima campaña experimental, que tiene precisamente por objeto comprobar en qué estado se encuentra esta especie en el Cantábrico.

Su compañero guipuzcoano subrayó que la decisión del Ejecutivo vasco demuestra la "diferente sensibilidad" que tiene frente al Gobierno central. Abundó en que los arrantzales "están por la labor de regenerar la especie, quieren buscar un futuro", mientras que Francia "está más por el presente que por el futuro y por arrasar como sea".

En su enfado, Tejedor llegó a pedir la dimisión de la ministra de Agricultura y Pesca. Es más, aseguró que el sector nunca había estado tal mal como se halla bajo el mandato de Espinosa, debido a sus "pésimas" negociaciones. "España siempre quiere complacer a Francia, pero esa complacencia es la ruina de los pescadores de bajura", destacó.

Tanto él como Zabaleta insistieron en remarcar que Francia, pese a tener sólo el 10% de la cuota de pesca de anchoa, frente al 90% de España, siempre impone sus condiciones. "Tras las reuniones con Bruselas, los franceses siempre acaban brindando con champán y nosotros, tomando bicarbonato", apuntó Zabaleta.