La superficie forestal comercial sigue superando la masa de bosque natural
Pinos y eucaliptos ocupan 208.000 de las 396.700 hectáreas arboladas
El bosque comercial (pinos y eucaliptos) sigue en el Euskadi por encima de las especies que más protegen el medio natural. De las 396.700 hectáreas de superficie forestal registradas en 2006, más de 208.000 están ocupadas por las especies comerciales, frente a las de crecimiento lento como los robles, hayas o encinas. Aunque la administración ha destacado el aumento de las especies frondosas debido a la repoblación pública, los expertos del sector aseguran que la verdadera razón es el abandono de la agricultura y el crecimiento en las riberas fluviales.
El consejero de Agricultura, Gonzalo Sáenz de Samaniego, presentó hace un mes el inventario forestal de la comunidad autónoma vasca, un informe estadístico que se realiza cada diez años para ofrecer un mapa de la superficie arbolada. Entonces, Saénz de Samaniego destacó que, por vez primera desde que en 1972 se inició este estudio, la superficie de frondosas superaba a las coníferas, las que tradicionalmente son la base económica de este sector.
Pero entre las frondosas el inventario incluye también el eucalipto, una especie de crecimiento rápido que, además, se planta cada vez más ante la brusca caída de los precios del pino (de los 78 euros por metro cúbico de madera en 1999 se ha pasado a los 48 del pasado año) pero que también provoca más pérdida de calidad del suelo. Las coníferas y los eucaliptos suman, según el inventario, más de 208.000 hectáreas.
El pino radiata o insignis es la especie con una mayor extensión, aunque ha bajado en diez años de 150.000 hectáreas a 137.500. Aunque este dato es relativizado por las asociaciones de forestalistas, que precisan que, si se toma como referencia la superficie realmente plantada, ésta se mantiene estable en alrededor de 131.000 hectáreas.
En relación con 1996, la suma del bosque comercial ha bajado en cerca de 8.000 hectáreas, sustentado en el descenso de la superficie de las coníferas en 10.000 hectáreas. A su vez, las especies de crecimiento han aumentado el terreno que ocupan en 15.000 hectáreas. El consejero de Agricultura atribuyó este incremento a la repoblación pública, pero esta interpretación no es compartida en el sector forestal. Expertos consultados afirman que la razón es el abandono de la agricultura, de áreas antaño forestales y de las riberas de los ríos, que propician la llamada vegetación atlántica. "En Vizcaya la superficie de prados ha bajado de 50.000 a 40.000 hectáreas, de las que 5.000 se deben al abandono y otros 5.000 a las repoblaciones", aseguran.
De hecho, la variante que más ha crecido en los últimos diez años es el bosque mixto atlántico, una mezcla de frondosas de cepa y semilla que nace después de una tala o el abandono de una actividad agraria. Así, de las 24.500 hectáreas que había en 1996 se ha pasado a las casi 36.000 del pasado.
Hay otro dato que relativiza el crecimiento de la superficie arbolada: en Vizcaya, en los últimos diez años casi 2.000 hectáreas rurales han pasado a ser urbanas para dedicarse a viviendas, polígonos industriales o carreteras.
Una de las explicaciones de que no haya un fuerte incremento de las frondosas es el económico. "Un pino o un eucalipto lo puedes cortar a los 13 años, pero con un roble tienes que esperar a cien", señala un técnico forestal. Aunque las subvenciones a las especies lentas que más protegen el medio natural -permanecen más tiempo sin sufrir la acción del hombre y por esto retienen mas CO2 y fertilizan el suelo- alcanzan el 85% del coste estimado de los trabajos de repoblación y en el pino se queda en el 40%, los propietarios optan mayoritariamente por volver a plantar bosque comercial. "No les es rentable plantar robles o hayas. Habría que incentivar más estas repoblaciones".
Los datos aportados por el Gobierno revelan que el valor económico de los bosques vascos asciende a unos 12.000 millones de euros, con un volumen de madera de 555 millones de metros cúbicos, unos 13 millones más que hace diez años. En Euskadi se localiza uno de los mayores valores de existencias maderables por hectárea arbolada de España, con 138 metros cúbicos de media. Además de la producción de madera, caza y pastos, para calcular el valor se computan también aspectos medioambientales, indicadores paisajísticos y recreativos.
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