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El Gobierno ha cerrado tres empresas varios días por sus afecciones al medio ambiente

Abiertos los dos primeros expedientes sancionadores del plan de inspecciones, iniciado en 2003

El Departamento de Medio Ambiente ha cerrado en los últimos años de forma temporal tres empresas -en un caso la clausura se prolongó cuatro días- y ha paralizado la actividad de otras dos de manera parcial por afecciones medioambientales. La consejería inició a finales de 2003 su primer plan de inspección de empresas y hasta ahora ha revisado más de 400 compañías, según sus datos. Este año ha abierto ya los dos primeros expedientes sancionadores, que están pendientes de resolución definitiva. El proyecto ha despertado las reticencias de algunos sectores y empresas.

Entre las tres empresas que tuvieron que cerrar su actividad al menos una jornada se encuentra una de las principales acerías de Euskadi, que Medio Ambiente ha rehusado identificar. Las dos restantes son pymes de otros sectores industriales. Las órdenes de paralizar parte de la producción han afectado a otras dos firmas y en un caso supuso que el Ejecutivo mantuviese inactiva una de sus líneas de producción durante varios meses, según los datos de la consejería que dirige Esther Larrañaga.

Estas decisiones no se han tomado con motivo de las inspecciones previstas en el plan, sino por denuncias concretas o por las anomalías detectadas por la red de calidad del aire, que cuenta con más de 70 estaciones distribuidas en los tres territorios.

La paralización de una actividad industrial en Euskadi resultaba algo inusual hasta ahora. Sólo en dos casos concretos se había ordenado hasta el momento el cierre de las instalaciones de una compañía: en 1994, la química Rontealde por un escape que ocasionó la muerte de un vecino de Barakaldo y que supuso la clausura de la planta durante dos semanas, y en 2004, Plastificantes de Lutxana, también en Barakaldo, que permaneció inactiva cerca de un mes por una contaminación atmosférica que obligó a desalojar a 60 vecinos de sus hogares durante ocho días.

El plan de inspecciones iniciado en noviembre de 2004 con 150 empresas ha rebasado ya las 400 compañías examinadas, según la consejería. La ausencia de este tipo de controles en las instalaciones empresariales ha sido la crítica más repetida por los colectivos ecologistas, que culpan a la Administración de no disponer de medios ni revisar posteriormente la actividad de las compañías. El Gobierno ha reconocido que, hasta la puesta en marcha de este programa, los reconocimientos en las fábricas sólo se realizaban a partir de una denuncia puntual o cuando las firmas solicitaban una subvención o autorización para hacer algún tipo de obra. Además, los análisis no se desarrollaban de una manera integral.

Modelo mixto

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Los más de tres años de vigencia de este plan de inspección, cubierto por un equipo de cuatro funcionarios y una empresa externa, han permitido constatar que los problemas medioambientales se centran en las compañías con problemas económicos. "Las que van bien tienen asumida la inversión medioambiental", señala Alberto Jiménez de Aberasturi, director de Control Ambiental del Ejecutivo. El sector más problemático ha sido el papelero y la mejor situación se ha apreciado en los gestores de residuos y, luego, en las acerías y químicas. "Las grandes empresas están, en general, bien", afirma.

De forma previa a las inspecciones, la firma externa contratada por Medio Ambiente realiza una auditoría de cada compañía, tras la que elabora un informe con las deficiencias apreciadas que es enviada a la misma. Ésta debe acometer las mejoras y su ejecución es comprobada luego por los inspectores. Si no se cumplen, se incoa un acta sancionadora. Euskadi ha optado por un modelo mixto de inspección, al recurrir a sus funcionarios y empresas externas, siguiendo los modelos existentes en Europa y el resto de España. Galicia y Cataluña son las comunidades más avanzadas en esta materia. En Galicia existe un equipo de 16 inspectores, todos ellos funcionarios de la Xunta, y Cataluña recurre a entidades ajenas.

Jiménez de Aberasturi precisa que este año ya se han abierto dos expedientes sancionadoras a compañías vascas, cuya resolución se encuentra pendiente. "A quien no cumpla, se le abrirá el expediente", anuncia.

Las indagaciones en las grandes empresas están prácticamente concluidas. En la actualidad, Medio Ambiente trabaja con Petronor, la refinería de Muskiz que es una de las empresas con mejores resultados en Euskadi -en 2005 tuvo unos beneficios de 316 millones de euros-. Los propósitos del servicio de Control Ambiental pasan por realizar entre 100 y 200 inspecciones anuales, aunque la cifra final dependerá del tamaño y la complejidad de cada una de las compañías revisadas.

Los responsables de la consejería admiten que algunos sectores y empresas han mostrado serias reticencias cuando se les presentó el plan de inspección.

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