La facturación de la industria forestal creció un 9% durante 2006 a pesar de la oleada de incendios

La oleada de incendios del verano pasado no ha impedido el fuerte crecimiento de la industria forestal de Galicia en 2006, año en que facturó 2.291 millones de euros, lo que supone un incremento del 9% respecto al año anterior. Todo ello, a pesar de unos incendios que ocasionaron pérdidas de al menos 10 millones de euros, según datos de la asociación Monte Industria.

Los 10 millones de pérdidas que reconoce el sector se deben a daños en el patrimonio forestal, en madera adquirida antes de los fuegos y al coste de la colaboración en labores de extinción. Sin embargo, la industria forestal asume que la factura más costosa "está todavía por llegar". El sector estima que por cada metro cúbico de madera quemada, la industria pierde tres metros cúbicos más que no podrán ser aprovechados en el futuro. Por ello, durante al menos los diez próximos años tendrá que hacer frente a la escasez de materia prima.

Durante la oleada de incendios se perdieron 1.719 hectáreas de plantaciones propias de la industria, lo que equivale al 12% de su patrimonio forestal. Además, el sector perdió 45.000 toneladas de madera adquirida con anterioridad a los incendios. Las empresas de Monte Industria colaboraron en las labores de extinción con sus propios medios humanos y materiales. Un total de 187 empleados de las empresas del sector trabajaron durante 12 días para apagar las llamas.

Además de estas primeras pérdidas, el sector asume que la factura más costosa "todavía no se ha podido evaluar". Se trata de una hipoteca por falta de materia prima, a la que el sector tendrá que hacer frente según sus informaciones durante diez años.

El 4 de septiembre pasado, tras la oleada de incendios, la industria se comprometió a adquirir en fábrica la madera quemada a precios de madera verde. Superados los seis meses de aquel acuerdo, y según la Consellería de Medio Rural, en torno a 2,3 millones de metros cúbicos de madera quemada ya han recibido los permisos necesarios para ser retirada, de los que 800.000 metros cúbicos ya había llegado a las factorías a finales de febrero pasado.