España plantea fuertes cambios a la regulación de vino, frutas y hortalizas

El Ministerio de Agricultura ha presentado en Bruselas sus propuestas para las reformas de las organizaciones comunes de mercado (OCM) de vino y de frutas y hortalizas. La Administración quiere que se mantengan los porcentajes de distribución de ayudas por países. En el caso de las frutas y hortalizas, los debates y aprobación se podrían producir antes de verano, mientras en el vino se desarrollarán en el segundo semestre.

España también reivindica que las ayudas abonadas en el pasado a los productos enviados a la transformación como los cítricos, se paguen hasta 2013 por hectárea bajo un contrato de entregas a la industria, Ese modelo se defiende igualmente para las superficies de viñedo cuyo vino se entregue a la destilación para obtener alcohol para uso de boca, así como para la producción de mostos.

La OCM de frutas y hortalizas tiene un presupuesto total de 1.490 millones de los que 486 millones los percibe España. Ante la nueva reforma, Agricultura reclama mayores mecanismos para la gestión de crisis en los mercados con un presupuesto específico más elevado. Según la Administración española, la aportación para los fondos operativos de las organizaciones de productores debe ser superior al 4,1% de la facturación que propone Bruselas.

Se solicita retrasar el levantamiento de la prohibición para poder plantar frutas y hortalizas en superficies con asignación de derechos de pago único. Agricultura considera excesivo que el 20% de los fondos operativos se deban destinar a programas medioambientales, apoya una mayor promoción de las frutas en el consumo de los jóvenes y una mejora de los mecanismos para el control de los precios en frontera.

Penalización del tomate

Para el tomate de transformación que se entrega a la industria, en 2007, de acuerdo con la actual cuota de producción, la penalización de la ayuda puede suponer el 63% de la misma. Agricultura solicita la posibilidad de aplicar ayudas nacionales a los productores para mantener la superficie y las rentas en un momento de transición.

Una de las novedades más importantes de la propuesta comunitaria es el desacoplamiento de los pagos de las ayudas por transformación donde destacan los cítricos con 93,9 millones de euros. España, en lugar de aplicar un sistema para abonar esas ayudas según los pagos hechos en el pasado, pretende aplicar los fondos ante el futuro. En esa estrategia, Agricultura se opone a un desacoplamiento brusco de esos pagos y propone, con ese techo presupuestario, aplicar hasta 2013 un periodo transitorio. Así, se pide el establecimiento de una ayuda por hectárea condicionada a una entrega mínima de materia prima a la transformación. A partir de esa fecha, los pagos se podrían convertir en derechos de pago único.

En el caso de la OCM del vino, con un presupuesto de 1.300 millones de euros, España defiende el mantenimiento de las ayudas por un montante de unos 420 millones.

Agricultura no se opone a la eliminación de las medidas actuales para regular los mercados siempre que haya hay un periodo transitorio como en las frutas. Las actuales ayudas a la destilación de vino para uso de boca o para zumos, que asciende a unos 200 millones de euros, se aplicarían como pagos por superficie. Los propietarios tendrán el compromiso de sus beneficiarios de entregar a la industria la producción. No hay oposición a un arranque discreto de viñedo y se apoya la reestructuración y reconversión del sector.