Los inmigrantes ocupan el 30% del nuevo empleo

La "fuerte expansión" de la economía andaluza provocó un crecimiento absoluto de más de 1.200.000 nuevos empleos entre 1995 y 2005. De estos puestos de trabajo, más de 300.000 (30%) fueron ocupados por inmigrantes. De hecho, sin la entrada de estos trabajadores extranjeros, en 2006 se habría producido un déficit de 326.000 empleados en Andalucía. "Y la economía andaluza se habría resentido", asegura el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joseph Oliver, quien ha elaborado el informe laboral Manpower titulado Mercado de Trabajo e inmigración en la economía andaluza. Oliver también afirmó que el pleno empleo masculino se alcanzará en dos años y el femenino en tres ejercicios más.

La pujanza de la economía andaluza le debe "mucho" a los trabajadores inmigrantes. Tanto es así que si estos extranjeros no se hubieran incorporado al mercado laboral, Andalucía hubiera registrado en 2006 un déficit de 326.000 empleados. Es una de las conclusiones fundamentales del un estudio sobre los inmigrantes, el mercado laboral y la economía andaluza elaborado por Oliver. El consejero de Empleo, Antonio Fernández, destacó la "eficacia y eficiencia" del trabajador inmigrante.

Oliver precisó que en 1995 había 36.000 trabajadores inmigrantes (un 2% de ocupados). Diez años después, la cifra ascendió a 290.000 trabajadores, 10,6 % de empleados andaluces.

La aportación migratoria a la economía andaluza se produce en un contexto de "importante" creación de empleo. "La población andaluza reaccionó con una importantísima caída de sus altos índices de paro del 33,4% al 12,6% y un notable avance de su tasa de actividad del 58,6% al 65,3%, lo que representa la incorporación de 494.000 trabajadores procedentes del paro y 492.000 nuevos trabajadores del aumento de la tasa de actividad", explica este estudio.

Feminización

El catedrático de economía destacó especialmente la "feminización creciente" del mercado de trabajo, de forma que las mujeres andaluzas aumentaron 9,1 puntos porcentuales su participación en el mercado de trabajo, pasando de un 42,4% en 1995 a un 51,5% en 2006, mientras que la tasa de paro femenina bajó del 42,9% en 1995 al 17,9% en 2006.

Esta incorporación al mercado laboral tuvo un comportamiento "desigual" en las ocho provincias andaluzas. El mayor peso de la inmigración se registró en Málaga, Granada y Almería, donde la inmigración ocupa un 18,9% de los empleos. En el resto de provincias, apenas representa el 5 % del total de ocupación a finales de 2006. Con todo, en el conjunto nacional, Andalucía tiene una incidencia moderada de la inmigración entre las comunidades españolas.

El consejero de Empleo valoró el peso de la población inmigrante en la "positiva evolución" del mercado laboral andaluz, lo que aprovechó para reclamar para Andalucía las competencias "exclusivas" en materia de autorización de las contrataciones a ciudadanos extranjeros. A renglón seguido, pidió a las empresas que "no caigan en la tentación" de buscar en la población inmigrante mano de obra barata y temporal.

"No permitiremos que se utilice la inmigración como un elemento de flexibilidad en el mercado de trabajo, porque se equivocan y actuaremos con contundencia. Apostaremos por la contratación absolutamente legal y nuestra dureza persiguiendo acciones ilegales será cada vez mayor", avisó.

Antonio Fernández pronosticó en junio del año pasado que Andalucía alcanzará el pleno empleo en 2011 o 2012. Según auguró, en un horizonte de cinco años, la tasa actual de paro, que se sitúa en torno al 13%, bajará al 5%. Estas afirmaciones le costaron entonces un buen número de críticas, especialmente de la oposición que le acusó de mostrar un "optimismo exagerado". El consejero de Empleo encontró ayer un aliado en sus predicciones en el profesor Josep Oliver.

Este catedrático de Economía ensalzó "la auténtica revolución" que está experimentando, a su juicio, la economía andaluza en la última década. Según dijo, a "los analistas" del mercado laboral español lo que más les ha sorprendido en los últimos años ha sido "el dinamismo" económico de Andalucía. "Excede la media del país y le está haciendo ganar posiciones creciente en el mercado laboral", dijo Oliver, quien se deshizo en elogios: "Es la gran comunidad que está convergiendo hacia los pesos de Cataluña y Madrid de una manera muy intensa. Es una auténtica revolución. Tanto que a veces me pincho y me preguntó: ¿esto no puede estar pasando? y pasa".

En su análisis de la pujanza de la economía andaluza, sostuvo que "gracias a la contribución" de Andalucía, España ha estado generando en estos últimos cinco años el 40 % de todo el empleo que se crea en la Unión Europea. "La tasa de paro se ha reducido de una manera literalmente espectacular. Tasas gigantescas de hace está unos años están convergiendo con una rapidez insólita hacia el pleno empleo porque en el caso masculino se está muy cerca", ensalzó, a la par que auguró que este objetivo se logrará en los hombres en dos años y en las mujeres, en cinco o seis.

Tras esta visión de la economía andaluza, Fernández no puso ocultar su satisfacción: "Me parece muy oportuno este estudio, que está hecho desde la independencia política y la distancia de la Junta de Andalucía, con lo que las afirmaciones son de agradecer y llenan de satisfacción a cualquier andaluz y sobre todo al consejero de Empleo". Fernández sostuvo que estas predicciones eran "impensables" en Andalucía años atrás. "Quiero agradecer a los andaluces su esfuerzo, porque ellos son los responsables del avance de Andalucía (...) Se que puedo caer en un chovinismo impresentable pero los andaluces podemos estar autosatisfechos, sin caer en la complacencia, por lo que estamos haciendo", concluyó.