Mendoza conquista el Lara por 'Mauricio o las elecciones primarias'

El escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) lleva más de cuatro décadas cosechando éxitos. Sus libros no sólo acaparan buenas críticas y premios, sino que además se leen. Pero este clásico, autor entre otras obras de La verdad sobre el caso Savolta (Premio de la crítica en 1975), Una comedia ligera (Mejor Libro Extranjero en Francia en 1998) y La aventura del tocador de señoras, sigue necesitando una palmada en el hombro para continuar escribiendo. Lo confesó ayer en Madrid tras hacerse con la VI edición del premio Fundación José Manuel Lara de Novela por Mauricio o las elecciones primarias (Seix Barral), que recibirá una ayuda de 150.000 euros para su promoción.

"A diferencia de los otros dos ganadores de la noche que me han precedido [Ildefonso Falcones, premio a la novela más vendida en 2006 por La catedral del mar, y Eduardo Lago, autor que mejores críticas recibió por Llámame Brooklyn], a mí se me concede este reconocimiento después de una larga trayectoria", dijo este escritor que comenzó a escribir, estimulado por "la ilusión, la vanidad y la ambición". "Aunque parezca lo contrario después de tanto tiempo, cuanto más tiempo lleva uno en este oficio más necesita premios, porque alguien le tiene que decir que no se ha equivocado. Ocasiones como ésta hacen que uno se reafirme en sus convicciones".

Mendoza se impuso a Santo Remedio (Lengua de Trapo), de Rafael Courtoisie; El coleccionista de almas perdidas (Siruela), de Irene Gracia; La voz interior (Pre-textos), de Darío Jaramillo; Últimas conversaciones con Pilar Primo (Caballo de Troya), de Antonio-Prometeo Moya y En el nombre del cerdo (Destino), de Pablo Tusset, con una novela considerada por los críticos como un tratado sobre la condición humana. Cuenta la historia de un dentista con ideales que, tras pasar un tiempo fuera de España, regresa a Barcelona y recibe la propuesta de los socialistas de presentarse a las elecciones.

El galardón, instituido por doce editoriales para premiar la mejor novela escrita en castellano en 2006, se falló como cada año en el transcurso de una cena-literaria. Fue en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se reunieron rostros conocidos de la política y la cultura.