Los creadores piden normas para proteger sus derechos en la Red
Internet ha dejado indefensos a los creadores, que hoy por hoy asisten impotentes a la vulneración de sus derechos de autor en medio de la anarquía propiciada por las nuevas tecnologías. "El problema en la Red es que todos somos autores, y todavía no lo hemos asumido", dijo ayer Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA, en la segunda jornada del I Foro Iberoamericano de la Propiedad Intelectual. "Las sociedades de intermediarios (de gestión de derechos) no representan a todos, y además son territoriales, y la Red no", añadió. "Estamos ante una cuestión que no tiene solución aplicando los criterios del mundo analógico".
Cebrián participó en una mesa redonda que discurrió fundamentalmente en torno a un argumento: la necesidad de hallar fórmulas eficaces para proteger la cultura y a sus autores en la Red. "No hay manera de establecer ningún tipo de protección si no hay una norma y una autoridad coercitiva", señaló Cebrián. El presidente del Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Eduardo Bautista, recurrió al ejemplo de la industria del automóvil para ahondar en esa misma idea. Cuando Ford comenzó a producir de forma industrial y la presencia de coches dejó de ser anecdótica en las calles, hubo que crear códigos de circulación, poner matrículas y extender carnés de conducir. "Cada ordenador es un instrumento de circulación y cada operador un conductor que deberá estar acreditado", apuntó.
La fórmula
Para atajar esta situación en el futuro se hace necesario encontrar una fórmula con una doble vertiente tecnológica y legislativa. Insistió en ello Carlos Moreira, ex embajador de España en Brasil y presidente de la empresa de seguridad electrónica Wis@key. "Tenemos que ser capaces de establecer un estándar de base para proteger la propiedad intelectual y a la vez que esas iniciativas se modulen para que la innovación técnica pueda seguir adelante". Habló de las web 2.0, modelo que exige la identificación o la firma digital de documentos y de la creación del dominio .trust (confianza) para las descargas de información.
En medio de este contexto lleno de incertidumbres, los ponentes lanzaron todo tipo de interrogantes. Algunos muy sensibles y vinculados a la economía de los usuarios. ¿Habrá que pagar en un futuro por megabyte recibido, como sucede con la electricidad y el agua?, se preguntó el catedrático de Derecho Civil Germán Bércovitz. El argentino Guillermo Ocampo defendió en una mesa redonda posterior las entidades de gestión colectivas tanto en el entorno analógico como el digital, y el representante de la Comisión Europea, Leonardo Cervera, se mostró partidario de una "ventanilla única" para facilitar las remuneraciones a los autores. Los ponentes citaron en canon, el press-clipping y la piratería como los tres problemas que acechan a la propiedad intelectual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.