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Gas Natural toma medidas para atajar la lipoatrofia en sus oficinas centrales

El millar de empleados que trabajan en la torre de 20 pisos que alberga las oficinas centrales de Gas Natural en Barcelona pudieron volver ayer al trabajo. La empresa les había enviado dos días a casa tras aparecer una misteriosa dolencia llamada lipoatrofia semicircular en 165 empleados.

La dolencia no es ni grave ni dolorosa, aunque sí aparatosa. Los síntomas se reflejan en la pérdida de tejido adiposo en las piernas, lo que hace aparecer hoyuelos o cavidades en la parte delantera de los muslos.

Los culpables son, por un lado, los cables bajo el suelo flotante de la oficina, que hacen que se acumulen campos de energía electrostática

y la sequedad del ambiente, por otro. Precisamente, la sequedad impide que haya conductividad, que se acumule esta energía y que se descargue en las personas.

"Las descargas sobre las personas se producían al apoyarse éstas en las mesas y actuaban sobre el tejido adiposo", dijeron fuentes de la empresa. La mayoría de afectados han sido mujeres, ya que acumulan mayor cantidad de tejido adiposo en las piernas.

Durante todo el fin de semana, la compañía ha colocado nada menos que 60 humidificadores para rebajar la sequedad y se han instalado tomas de tierra en todas las mesas de trabajo para reducir la acumulación de energía electrostática. Con estas medidas, "el nivel de humedad que estaba entre el 25% y el 30% ha subido hasta el 45% y 55%", dijo un portavoz de Gas Natural.

No se descartan nuevos casos a consecuencia de la sequedad anterior. Pero los médicos Rafael Pedrós, experto en salud laboral, y Joan Olivé, especialista en medicina del trabajo, coinciden en que no hay riesgo para la salud.

Sari Salinas, que sufrió la dolencia mientras trabajaba en las oficinas de un banco de la city de Londres, explicó ayer que tuvo los primeros síntomas a partir del cuarto mes de trabajo, que le duraron casi un año y cesaron al dejar el empleo. "Estaba en un ambiente cerrado y con muchos cables bajo la mesa, pero no he tenido más secuelas, ni es doloroso, aunque llega a preocuparte", dijo.

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