Zapatero asegura que la Generalitat estará en la gestión de El Prat sin aclarar el calendario
El presidente del Gobierno central y Montilla pactan hacer el aeropuerto lo más internacional posible
El presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que la Generalitat participará en la gestión del aeropuerto de El Prat, pero recalcó que este proceso se llevará a cabo "con tranquilidad" y tendrá un límite: "El principio de responsabilidad del Gobierno de España en el sistema aeroportuario se ha de mantener". Lo dijo precisamente en el aeropuerto de Barcelona, en pleno debate por la ampliación y el reparto de la nueva Terminal Sur (T-Sur). Zapatero y el presidente catalán, José Montilla, coincidieron en que la adjudicación debe favorecer la oferta más internacional posible.
El debate sobre el futuro de El Prat y el reparto de la T-Sur ha avivado la discusión sobre quién y cómo gestionará ese nuevo gran aeropuerto. Zapatero enfrió ayer algunas expectativas y no fue más allá de reiterar su compromiso de que el Ejecutivo autónomo participará en la gestión. Advirtió, además, de que este asunto no es cuestión de días: "Tendremos tiempo suficiente de llevar adelante el proceso de diálogo".
Zapatero apostó por "hacer las cosas bien" y no aceptó prisas: "Después de 30 años en los que la Generalitat no ha tenido nada que decir sobre El Prat, espero que ahora que se abre la puerta nadie pida que corramos más". Tampoco hay previsión de aprobar una ley aeroportuaria en la presente legislatura, que era una de las fórmulas que se habían barajado para articular la entrada del Gobierno catalán en la gestión.
Planes concretos
La visita del presidente del Gobierno central había generado mucha expectación por el agitado debate del reparto de la T-Sur. Zapatero, a diferencia de Montilla, no habló ayer de convertir El Prat en un centro de conexión de vuelos "intercontinentales". De forma más prudente, el presidente del Gobierno central apostó por que el nuevo aeropuerto se convierta en un nudo "internacional".
La decisión sobre el reparto de la T-Sur, que estará operativa a finales de 2008 o principios de 2009, "será aquella que permitirá a las compañías desarrollar sus planes de crecimiento, especialmente aquellas que apuesten por hacer del centro de Barcelona un importante centro de conexión", señaló el presidente del Ejecutivo central. La infraestructura mide ochenta veces el Camp Nou y ampliará la capacidad de El Prat a 60 millones de pasajeros anuales.
El reparto, en cualquier caso, no se decidirá antes del verano y, muy probablemente, será tras las vacaciones. El Gobierno de Zapatero, que asegura no tener ninguna postura predeterminada sobre este asunto, escuchará la opinión de la Generalitat sobre la conveniencia de ubicar en la T-Sur a una u otra aerolínea. Ambas administraciones tienen muy claro que no quieren valorar las distintas alternativas en abstracto, sino las propuesta concretas de cada compañía.
De hecho, Zapatero instó ayer a las aerolíneas a presentar "de carácter inmediato" los planes estratégicos y de negocio y de expansión que tienen previstos en Barcelona para los próximos cinco o seis años. Por el momento, varias de las grandes aerolíneas han manifestado que no pondrán en marcha vuelos de largo radio desde Barcelona, al considerar que el mercado catalán no genera la clientela suficiente, pero la Generalitat es optimista y se plantea cómo puede ayudar a configurar ese sistema aeroportuario internacional.
Montilla consideró que de las palabras de Zapatero se desprende su puesta por convertir El Prat en un aeropuerto de conexión intercontinental, algo que, a su juicio, "dicta el sentido común". "El tipo de aeropuerto por el que apuesta el Gobierno es también nuestro modelo", señalaron fuentes próximas al presidente catalán.
Zapatero acudió a Barcelona acompañado de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en un acto que acabó revestido de una inesperada solemnidad. Además de representantes de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, asistieron los presidentes de las patronales catalanas, de la Cámara de Comercio y de la Fira de Barcelona. También visitaron El Prat representantes de las principales aerolíneas y constructores como Florentino Pérez, de ACS, y Rafael del Pino, de Ferrovial, además del arquitecto que ha diseñado la T-Sur, Ricardo Bofill.
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