Los hosteleros rompen el diálogo con Barberá por el ruido nocturno
El concejal Domínguez, increpado por los vecinos del centro histórico
La federación de hosteleros valencianos abandonó ayer la mesa del ocio, coordinada por el concejal popular Vicente Igual, al considerar que el Ayuntamiento no atiende a sus reclamaciones respecto a las zonas de saturación acústica. Más tarde, el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Domínguez, fue increpado por un centenar de vecinos del centro histórico, hartos de las incomodidades del ruido nocturno.
El Ayuntamiento de Valencia no tuvo ayer su mejor día en cuanto a relaciones con los vecinos. Los hosteleros, en pie de guerra por la aplicación de las zas (zonas acústicamente saturadas) del entorno de las calles de Menéndez Pelayo y Juan Llorens, decidieron abandonar la mesa de diálogo constituida entre vecinos, consistorio y empresarios de la hostelería.
En la reunión de la mesa, coordinada por el concejal Vicente Igual, se expusieron los datos de las mediciones del ruido tomadas desde la aplicación de las medidas restrictivas por el ruido de estos entornos. Los resultados fueron insatisfactorios y mostraron un nivel de decibelios contaminante. Los representantes de los bares y restaurantes pidieron la excepcionalidad de las Fallas para poder saltarse las medidas que estrechan sus horarios de apertura. El permiso fue denegado por el concejal. La federación acusó a la alcaldesa, Rita Barberá, de acabar con el turismo, teniendo en cuenta que el próximo 7 de marzo el Tribunal Supremo votará una tercera zona zas para la ciudad.
El Centro pide explicaciones
La jornada de recriminaciones la completaron un centenar de vecinos del centro histórico de Valencia. Convocados por la asociación de vecinos, Amics del Carme, protestaron ante el concejal popular, Miguel Domínguez, por el abandono de sus barrios. El concejal, empezó su discurso en valenciano y presumiendo de la grandiosidad en cuanto a superficie del centro de la ciudad y acabó excusándose en castellano y en sus buenas intenciones: "Estoy en política para hacer las cosas bien", afirmó. Los vecinos le reclamaron la falta de un ambulatorio digno, más zonas verdes, una verdadera peatonalización de sus calles... Así, hasta rellenar ocho folios de propuestas del cuaderno de Domínguez, que tuvo que defenderse durante dos horas de las quejas de los vecinos.
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