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Reportaje:

Detrás del trono

El guionista Peter Morgan ha firmado los últimos éxitos del cine y el teatro británicos

Marcos Ordóñez

La especialidad de Peter Morgan, el guionista más cotizado del momento, es volver del revés los tapices regios para rastrear nudos secretos y agujeros imprevistos. O, dicho de otra manera, atrapar a los poderosos en el momento en que su trono está a punto de venirse abajo. Su amigo y "director de cabecera", Stephen Frears, ha dicho: "Tiene el talento de un gran periodista para olfatear una buena historia, acumular datos y seleccionar los detalles más significativos. Luego entra en escena el gran narrador, que combina realidad y ficción hasta disolver sus fronteras".

Peter Morgan, 43 años, es hijo de refugiados. Su padre, Arthur Morgenthau, era un judío austriaco que escapó de los nazis; su madre, Inga, una polaca católica que huyó de la Unión Soviética. Peter nació en un barrio del sur de Londres. Britanizó su apellido, pero durante su infancia sólo hablaba alemán. A los veinte años comenzó lo que parecía una muy prometedora carrera de actor, pero un ataque de pánico le apartó de la escena.

Con 'The Queen' cubierta de premios, se estrena su trabajo 'El último rey de Escocia'

Tras una serie de trabajos mercenarios y una década de penurias, en 1990 escribió el guión para Dear Rosie, un corto de Peter Cattaneo que obtuvo la candidatura al Oscar. En 1993 su nombre comenzó a sonar gracias a un espléndido episodio para el show de Rick Mayall, Micky Love, el primero en su lista de monarcas tambaleantes: un presentador paranoico de concursos televisivos que pierde su cetro por dar crédito a un rumor erróneo. Siguieron varias series más (Metrópolis, The Jury), una comedia satírico-romántica "a la inglesa", curiosa pero un tanto olvidable (Marta, Frank, Daniel y Lawrence) y en el año 2003, para la BBC, el biopic de otro monarca conflictivo, el mismísimo Enrique VIII, que le valió el Emmy a la mejor serie extranjera.

Ese año despega a lo grande con The Deal, un proyecto en el que sólo creía Papá Frears, donde Morgan cuaja plenamente su juego y su "manera", imaginando la famosa conversación en el restaurante Granita de Islington entre Tony Blair y Gordon Brown, aspirantes al trono laborista, y saldada, como es notorio, con la coronación del primero.

The Deal, emitido por Channel Four, se convierte en el programa con mayor audiencia de la temporada y se lleva el premio BAFTA, de modo que el tándem Frears-Morgan decide repetir la indagación con Blair e Isabel II en su punto de mira. El multigalardonado guión de The Queen nace de un "detalle significativo": cuando Morgan pilla el dato de que la reina mandó retirar radios y televisores del palacio de Balmoral para que los hijos de Diana de Gales no supieran demasiado. El detalle dio paso al concepto -un lugar donde se negaba la realidad exterior por decreto- y a una minuciosísima indagación. Morgan comandó un equipo de investigadores que bucearon en todos los archivos de noticias y habló personalmente con biógrafos, secretarias, mayordomos y sirvientes.

Su método de trabajo funciona a la inversa: "Primero imagino lo que pudieron hacer o decir y luego lo contrasto con la documentación para ver si fue posible". El año 2006 es pues el año de su triple y casi simultáneo triunfo en cine (The Queen), televisión (Longford, una miniserie de la HBO, con Jim Broadbent en el papel de Lord Longford, el controvertido defensor de la asesina en serie Myra Hindley) y teatro: Frost/Nixon, una crónica del impensable acoso y derribo del ex presidente a través de la entrevista televisiva de 1977 en la que confesó su culpa por el Watergate, se estrena en el Donmar Warehouse dirigida por Michael Grandage. Sus protagonistas son el americano Frank Langella y el inglés Michael Sheen, que había sido Blair por partida doble en The Deal y The Queen. La obra alcanza un impresionante éxito de público y crítica: del Donmar pasa al Gielgud, en pleno West End; Ron Howard compra los derechos para su adaptación cinematográfica, y su aterrizaje en Broadway está previsto, con el mismo reparto, para el próximo mes de abril.

Con The Queen cubierta de premios y Frost/Nixon todavía en cartel, se estrena su siguiente trabajo, El último rey de Escocia, otro éxito con perfume de Oscar, dirigida por Kevin Macdonald y coescrita con Jeremy Brock a partir de la novela de Giles Foden. Y, sobre todo, otro gran papelazo protagonista, en este caso para Forrest Whitaker en el rol de Idi Amin, al que Morgan dibuja como un seductor magnético que muta en asesino paranoico.

Actualmente, Peter Morgan ha vuelto a sus orígenes: vive en Viena con su familia, prepara la tercera entrega de su "trilogía Blair", un Blair Goes to Washington, con Bush y Clinton como compañeros de mesa, y ya está en las latas su último acercamiento a un trono peligroso: una nueva visita a la corte de Enrique VIII, esta vez con Ana Bolena (Natalie Portman) y su hermana Mary (Scarlet Johanson) perdiendo la cabeza, disculpen el mal chiste, por el rey, aquí encarnado por Eric Bana. La película, titulada The other boleyn girl, se basa en una novela de Philippa Gregory y la ha dirigido Justin Chadwick.

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