Trabajo investiga la situación laboral de las modelos
Largas sesiones de peluquería y maquillaje que pueden transformar el placer en agonía, tacones de hasta 10 centímetros de altura, enrevesados vuelos con los que es fácil enroscarse y acoso sistemático de flashes se cuentan entre los sinsabores que afronta cualquier modelo de pasarela. Los inspectores de Trabajo, sin embargo, no investigan estos riesgos laborales sino supuestas irregularidades en los contratos de los maniquíes de Cibeles, chicos y chicas. Un vecino de Velilla de San Antonio, cuya identidad no ha querido ser desvelada por las autoridades, ha conseguido unir el nombre de este municipio al de la Pasarela Cibeles. En su denuncia sostiene que quienes desfilan (88 modelos en total) no están dados de alta en la Seguridad Social y siembra la duda sobre los permisos de trabajo de las bellezas procedentes de fuera de la UE. "Yo estoy dada de alta como autónoma y a mí me contratan por obra. Declaro el IVA cada tres meses y cuando trabajo fuera de la Unión Europea la agencia me gestiona los visados de trabajo", contestaba la modelo Eva Sanz.
Desde Trabajo confirman que ha arrancado la investigación. No se descarta que algún miembro del cuerpo inspeccione la propia pasarela para recabar la información necesaria. A menudo, visitan el escenario de la acción (obras, oficinas, campos de recolección...) y levantan acta, pero eso sí, no lucen sombrero amarillo ni carteles. Si vistieran de negro seguirían la tendencia de Spastor, que arrancó los desfiles de ayer de luto con zamarras e incrustaciones de pedrería para los hombres.
Desde Ifema remiten al Ministerio de Trabajo y explican en una nota de prensa que la empresa Esma Proyectos coordina el casting con las agencias. "Nosotros organizamos desfiles, pero tratamos con empresas. Las agencias son para nosotros como un proveedor de madera para un carpintero", aclara entre desfile y desfile Esther García de Esma. Ifema especifica que paga a las agencias en función de un contrato mercantil, no laboral. "Las agencias actuamos como intermediarias entre las modelos y las pasarelas", aclara un miembro de Group, una de las 14 agencias implicadas en esta edición de Cibeles. En tal caso, las modelos deberían estar dadas de alta como autónomas o tener sociedades limitadas. Muchas de ellas trabajan con distintas agencias en función del país en que desfilen. En éste los inspectores que estudian sus contratos no tienen plazo de tiempo para presentar sus conclusiones y todavía no han llegado a ninguna sobre los inmigrantes sin papeles que Antonio Miró sacó a desfilar en Barcelona. Tendrán que determinar caso por caso si hay impagos, y si la relación de las modelos con sus agencias debería regirse por un régimen normal o autónomo -por lo que ellas pagarían sus cuotas-. Las interioridades de la moda serán estudiadas con el mismo celo con el que se siguió el desfile de lencería de Andrés Sardá. Del look cabaré al de vedette, con cuerpos color carne incluidos, sus prendas apostaron por las transparencias y el dorado. El mismo color que protagonizó muchas de las propuestas de Locking Schocking, entre las que se incluyeron desde el polisón en falda corta hasta el abrigo con vuelo tableado. Alvarado dio vuelo a sus vestidos, jugó con las cremalleras en faldas y chaquetas e hizo del ablusonado en mangas y trajecitos una de las claves de su colección. Kina Fernández despidió la jornada con apliques de pasamanería y macramé sobre casi todas sus prendas.
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