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El PSE ofrece un "pacto de lealtad" institucional para reforzar el poder local

Los socialistas lanzarán su precampaña con una conferencia municipal y foral en Vitoria

Los socialistas vascos aprobarán en la Conferencia Municipal y Foral que celebrarán los próximos días 17 y 18 en Vitoria, a tres meses de las elecciones, una ponencia marco que fija sus prioridades y compromisos frente a las "políticas continuistas e insolidarias" de las "fuerzas conservadoras, representadas en PNV y PP". El PSE defiende acabar con el actual entramado institucional y su reparto de competencias, "cada vez más obsoleto y lastrado por duplicidades, solapamientos y despilfarros". El documento marco, pendiente todavía de enmiendas, reivindica de nuevo una ley Municipal vasca y apuesta por un "pacto de lealtad" entre instituciones "sin prepotencias". "Queremos unos ayuntamientos fuertes, con poder político y capacidad de decisión y con recursos suficientes", reivindican.

La ponencia marco se halla pendiente aún de modificaciones, sobre todo en la parte relacionada con la paz después del atentado de Barajas del 30 de diciembre. El PSE ha hecho un esfuerzo para acompañar sus críticas a la situación actual con propuestas y compromisos concretos. La ponencia, de la que saldrá el programa electoral de mayo, no entra a comentar los posibles pactos poselectorales, un debate que la ejecutiva del PSE no quiere abrir en estos momentos, pero que a buen seguro afectará a instituciones como la Diputación de Álava o el Ayuntamiento de Vitoria, ambas en manos del PP. La sima abierta entre socialistas y populares hace hoy "casi impensable" reeditar acuerdos tras los comicios, como reconocen en privado cualificados dirigentes socialistas.

- Gestión cercana. El documento reivindica para la política local "la transparencia, la información, la comunicación y la participación de los ciudadanos", lo que garantiza "mayor cercanía de la gestión". Entre los compromisos del PSE destacan "la publicación en la página web de las instituciones de los acuerdos, convenios, convocatorias de contratación, adjudicaciones de obras y servicios y planes urbanísticos de los municipios". El PSE defiende una "auditoría anual externa de las cuentas municipales antes de su aprobación por el órgano municipal competente" y su publicación posterior en esas webs.

- Sistema público y universal de servicios sociales. Una de las prioridades para los socialistas será la cohesión y vertebración de Euskadi a través de las políticas sociales. Frente a las "diferencias abismales" en la prestación de los servicios sociales, -en ocasiones del 250% en función del territorio, cifra el documento-, el PSE defiende la utilización del Concierto para "extender derechos sociales entre la población". El objetivo para el próximo mandato es "alcanzar una igualdad efectiva de prestaciones entre los tres territorios", frente a las diferencias actuales si se vive en zona urbana o rural o según la provincia.

- Competencias municipales. Tras la aprobación de la ley del Suelo, que contó con el voto del PSE, apuesta por reforzar la autonomía municipal en materia de planes generales y su desarrollo para ayuntamientos de más de 10.000 habitantes. "Se ha terminado el tener que esperar a que a las diputaciones les pareciese correcta la ordenación para que diesen su parabién al planeamiento municipal", reza el documento.

- Autonomía municipal. Los socialistas quieren incrementar los servicios prestados por los consistorios y, en consonancia, también sus recursos. Para ello, se defiende la aprobación de una ley Municipal vasca, la presencia de los ayuntamientos en el Consejo Vasco de Finanzas, una reivindicación histórica, así como la reforma de la Ley de Patrimonios Públicos de Suelo.

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- Desarrollo y vivienda. El PSE ve a los consistorios como "agentes activos por la consecución de una vivienda digna", un necesidad, la de la primera vivienda, que afecta a 82.000 personas, según el documento. "Los precios han crecido en un 43,7% entre 2002 y 2005", según el PSE. Para ello proponen poner a disposición del Gobierno autónomo "suelo para la construcción de vivienda social en alquiler, doblando lo hecho hasta ahora".

Los socialistas defienden incluir la "expropación de suelo, una vez aprobada la ley de Valoración de Suelo por el Congreso". El PSE se compromete a destinar al alquiler el 50% de las promociones en donde gobiernen y pactar con las cajas de ahorro la promoción de la vivienda en alquiler para jóvenes. Además, incrementarán el IBI a los pisos vacíos y gestionarán "su salida en alquiler a precios reducidos".

- Inmigración. El PSE plantea medidas transversales en materia de inmigración, tanto a nivel educativo para facilitar la inclusión social del alumnado de origen extranjero a través de una "coordinación efectiva entre los servicios sociales y educativos de todas las administraciones", como en inserción laboral. En este segundo campo, quieren reforzar la "oferta de iniciación profesional, las escuelas taller y los talleres de Empleo mediante convenios con los departamentos de Educación, Trabajo y con el Inem".

A ellos se suma la creación de un Fondo Foral de Apoyo para la acogida e integración de inmigrantes para "subvencionar a municipios y mancomunidades y agencias de desarrollo local que hagan programas específicos de integración".

- Víctimas del terrorismo. Los socialistas se comprometen a "levantar en cada uno de los municipios en los que se produjeron" víctimas del terrorismo "espacios de la memoria y a establecer un día especial que cada año exprese el recuerdo y el homenaje hacia ellas".

Zapatero regresa a Euskadi

El presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, cerrará la conferencia del PSE con un acto político el próximo día 18 en el Polideportivo Europa de Vitoria.

Su visita llega en un momento muy diferente a su anterior presencia en una tribuna vasca, el 21 de mayo pasado en el BEC de Barakaldo, en pleno alto el fuego permanente de ETA. Era la Fiesta de la Rosa y los socialistas vascos vestían de largo y encaraban el futuro con un optimismo que parecía que no iba a tener fin.

El presidente dio en aquel acto por bueno el parón terrorista y anunció que comunicaría un mes después a los partidos "el inicio del proceso de diálogo con ETA para poner fin a la violencia". Nueve meses después, la situación de alto el fuego ha volado por los aires tras el atentado de Barajas y con él, el diálogo político que mantuvieron en los últimos meses de 2006 PSE, PNV y Batasuna.

Zapatero parece haber dejado atrás la situación de choque que le produjo un atentado completamente inesperado tras la información que obtuvo de sus emisarios y del mediador internacional que asistieron a la cita con supuestos dirigentes del aparato militar de ETA a mediados de diciembre.

Aunque el presidente del Gobierno central percibe que la organización armada se ha cerrado por completo, sus últimos pronunciamientos públicos dejan entrever que permanece casi intacta su apuesta por que la política puede hacer mucho para lograr el final de la violencia terrorista en España.

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