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Los científicos reclaman la máxima alerta ante el riesgo de gripe aviaria

Los veterinarios piden una agencia gallega de seguridad alimentaria

Las administraciones y expertos combinan sus llamadas a la prudencia con las advertencias a extremar los controles ante la aparición de un brote de la cepa más virulenta de la gripe aviaria en una granja de pavos de Gran Bretaña y otro en Hungría. Galicia, área de paso de aves migratorias, es zona de riesgo y aunque las posibilidades de propagación son menores que el año pasado, los técnicos aconsejan la máxima alerta.

"No hay que esperar a tener sospechas, hay que mantener la guardia, incrementando los análisis de aves vivas o muertas para detectar cualquier indicio y avisar a los granjeros para que estén preparados ante la aparición de un foco", indicó ayer en A Coruña Juan José Badiola, vicepresidente del comité científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y responsable del Consejo General de Veterinarios.

Las zonas de humedales, tan numerosos en Galicia, representan el principal riesgo. La Xunta, a través de la Consellería de Medio Rural que coordina las acciones en esta materia, decretó de hecho el confinamiento de aves en el humedal de Umia-O Grove, en la comarca de Arousa (Pontevedra), una de las mayores zonas de tránsito de pajaros migratorios -en los meses de primavera-, e intensificó los controles en las zonas húmedas, lagunas y ríos del interior, en Lugo, con el fin de reforzar la vigilancia y prevención.

Badiola concuerda con la necesidad de aumentar los controles en los humedales gallegos. Nadie sabe aún la causa del brote de gripe aviaria que azotó a una granja británica, procedente probablemente de Asia. Pero el experto español destacó que, al igual que ocurrió con diez de los 15 focos detectados en Europa durante 2006, el virus pudo llegar hasta Inglaterra a través de las aves silvestres. Y destacó que la granja contaminada está cerca del mar, en el litoral atlántico, lo que refuerza los llamamientos a mantenerse vigilante en zonas que, como Galicia, son marítimas y con fuerte tránsito de aves silvestres en sus migraciones del norte hacia el sur.

Badiola acudió ayer a A Coruña para defender la reivindicación únanime de los veterinarios gallegos de que la Xunta constituya una Agencia de Seguridad Agroalimentaria a semejanza de las existentes en Cataluña, País Vasco, Aragón y Navarra. Galicia es una de las grandes despensas españolas no sólo de productos agrícolas y pesqueros, sino también acuicolas, destacó Badiola, por lo que requiere un organismo científico de carácter oficial dedicado a determinar y controlar los riesgos de contaminación en los productos alimentarios. En la actualidad, las competencias sobre salud y calidad aninal están dispersas en distintas consellerías de la Xunta.

"Un animal es competencia de Medio Rural hasta que llega a la puerta del matadero, donde pasa a ser controlado por Sanidade", una situación que da pie a descoordinaciones y problemas para garantizar el recorrido de los alimentos de origen agrícola o pesquero, alegan los veterinarios.

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