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Gabriel Janer Manila gana el Ramon Llull con una novela sobre un banquero "tenebroso"

El premio que concede Planeta está dotado con 90.000 euros y se falló ayer en Andorra

Carles Geli

La literatura es libre y no entiende de diplomacia. Ayer en Andorra, paraíso fiscal cuyo Gobierno ha decidido convertir desde esta edición el premio literario Ramon Llull, que convoca la editorial Planeta, en el mejor dotado en lengua catalana (90.000 euros), se reunió en la cena a buena parte de la plana mayor de la banca del país que vio cómo el veterano escritor mallorquín Gabriel Janer Manila se llevaba el galardón con la novela Tigres, historia de "un joven banquero tenebroso y enigmático", heredero de una larga tradición familiar salpicada de "amor, desamores, un asesinato y el peso del poder del dinero, que es el gran protagonista" y en la que, "en el horizonte", se pueden entrever jirones de la saga de los financieros March.

Janer Manila (Algaida, Mallorca, 1940) se mostraba ayer exultante, no sólo porque el premio le permitirá "renovar el armario", sino porque, quizá sin recordarlo, se dio un homenaje a sí mismo al cumplirse 40 años de su debut en el mundo de las letras con la novela L'abisme, con la que en 1967 ganara el premio Ciutat de Palma. "Ésta es una obra que encaja perfectamente dentro de mi trayectoria narrativa", explicó el autor para justificar su especial recreación en la novela, que parece arrancar como un thriller pero que va centrándose en la psicología del joven banquero, un análisis a los que son sometidos la mayoría de los protagonistas de las cerca de 40 obras que ha publicado este escritor licenciado en pedagogía. "El friso de personajes están rodeados de devastación, azar, dinero, amores y odios... son poderosos pero se destruyen desde su propia prisión, como los tigres, animales salvajes encerrados en sus propias rayas", argumentó para justificar el título. En esa línea, Janer Manila habló de "una novela psicológica, pero que incluye también otros géneros, como la novela negra y una influencia en lo narrativo del mundo del cine", apuntó.

Janer Manila, que ha invertido tres años sólo en la redacción de una obra que ha releído seis veces -"suelo escribir de noche: la calma me facilita las cosas"- se mostró hábilmente ambiguo en eludir las cuestiones más ideológicas que pueden desprenderse de Tigres. "Todo mallorquín tiene a la familia March como carga en su vida", aseguró, para responder luego a otra pregunta sobre la afiliación política de sus personajes con un "no sé si el mundo del dinero tiene una ideología concreta; la banca espanta; pero todo eso lo han de deducir los lectores porque yo no lo he explicitado en la obra".

Más decidido se mostró al hablar del nuevo formato del premio Ramon Llull, que por primera vez une a un Gobierno (Andorra) con una empresa privada (el grupo Planeta). "Me parece una buena idea que los poderes públicos se impliquen en la promoción del libro, que en este caso es el de mayor difusión", recordó, en tanto el Ramon Llull supone la posterior traducción de la obra al castellano (por la propia Planeta) y al francés (por la editorial Actes Sud). Más jocoso fue al comentar sus vinculaciones familiares con el premio: "Mi abuela materna se llamaba Llull de segundo apellido y decía que éramos parientes del mítico sabio; si es familia nuestra, es evidente que mira por nosotros", lanzó, irónico, para referirse a que su hija, la escritora Maria de la Pau Janer, ganó el mismo galardón ya en 1999 con Lola.

"Escribimos para defendernos de la realidad y ordenar el mundo", aseguró ayer Janer Manila. El suyo debe de ser, pues, muy cartesiano porque con el galardón de ayer son cerca de una veintena los que ha logrado ya. Entre ellos figuran, en narrativa para adultos, el Víctor Català de cuentos (El cementiri de les roses, 1971), el Josep Pla (por Els Alicorns, en 1972), el Carlemany (Els jardins incendiats, 1997) y el Néstor Luján (El perfum dels cedres, 2002). En el ámbito infantil ha sido dos veces candidato español al premio Andersen (el Nobel de las letras juveniles). "Me gusta ir por el mundo buscando maravillas", se despidió ayer jugando con una obra luliana quien es un gran experto en niños selváticos, sobre los que basó su tesis doctoral.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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