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Tribuna:Día Escolar de la No Violencia
Tribuna
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La paz empieza en casa

Y aquí y ahora, al ámbito escolar se le llama convivencia. Preocupación colectiva acentuada por datos, no muy serios, que hablan de porcentajes elevadísimos de profesores y alumnos quemados y acosados. Las administraciones deben medir la dimensión exacta de la violencia escolar, ya que moverse a golpe de titular y de alarma social no asegura sosiego para acertar en las soluciones. Claro que hay problemas de disciplina o disrupción, siempre han existido, se han acentuado y tienen que ver con factores como el modelo social, la falta de límites familiares, la creación de centros-gueto o el mal uso de ciertas tecnologías de la información.

En nuestra modesta experiencia, la de nuestro centro, el Salvador Allende, hemos podido mejorar la convivencia, medida de diversas formas, incluida una fuerte disminución del número de partes. Para ello se tiene en cuenta el trabajo en valores (igualdad, paz, derechos humanos, interculturalidad), el estatuto de aula, la mediación en conflictos, un protocolo contra el acoso, el aprendizaje cooperativo y una buena organización del centro. En resumen, los elementos que mejoran la convivencia son oficio, cooperación y entusiasmo. Para ello es fundamental la actitud del profesorado: tener conciencia -y reconocimiento- de ejercer un trabajo socialmente importante, buscar la complicidad con los compañeros, fomentar la participación de los padres y del alumnado y confiar en su capacidad para crecer como personas.

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Claro que también se debería mejorar la legislación y el gasto educativo, que debilita la red pública. No es fácil enseñar y atender la diversidad en grupos de 35 alumnos en la ESO. Pero no resuelve nada unirse al coro de la queja por razones políticas, para justificar la propia incompetencia o para deteriorar la enseñanza pública al presentarla, caricaturizada, como un lugar donde reina la incultura y donde sólo si eres rápido con el revólver no te pasa nada.

Agustín Moreno es profesor de secundaria del IES Salvador Allende de Fuenlabrada (Madrid).

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