El 'made in Spain' conquista América

Estados Unidos ha dejado de ser la asignatura pendiente de las empresas españolas. El miedo a un mercado amplio y diverso, altamente competitivo y donde están presentes todas las grandes compañías internacionales, había impedido aprovechar las oportunidades que ofrece la primera economía mundial. Estas barreras han desaparecido en 2006, año en el que las exportaciones españolas al mercado norteamericano crecieron un 23%.

Las inversiones españolas de los nueve primeros meses del año pasado casi duplicaban los 1.900 millones registrados en 2005

Siguiendo la estela del éxito marcada por deportistas como Pau Gasol, Garbajosa o Calderón en la NBA; de Antonio Banderas, Pedro Almodóvar o Penélope Cruz en la meca del cine, o de los galácticos de la gastronomía como Ferran Adrià, las empresas españolas se han apuntado también al sueño americano.

Apoyados tanto en la fase expansiva de crecimiento sostenido de la economía estadounidense como en la cotización actual del dólar, cuya depreciación respecto a la divisa europea abarata las operaciones de inversión, los empresarios españoles han convertido a EE UU en un mercado estratégico y prioritario para sus negocios en el exterior, hasta el punto de que, a falta de conocer los datos oficiales del cuarto trimestre de 2006, las inversiones españolas en ese mercado, acumuladas durante los nueve primeros meses del año pasado, prácticamente duplicaban los 1.900 millones invertidos en 2005, y abarcando la práctica totalidad de los sectores productivos.

"La nueva imagen del made in Spain como marca tecnológica de innovación y valor añadido ha conseguido que el producto español no sólo vende, sino que también convence en Estados Unidos y empieza a situarse en la gama alta del mercado", afirma Ángel Martín Acebes, vicepresidente ejecutivo del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), quien destaca que la presencia empresarial española no se reduce ya a los sectores tradicionales de consumo como alimentación, hábitat y azulejos o calzado, sino que el "desembarco" se ha producido de manera especial "en los sectores de futuro y mayor potencial de crecimiento" como las infraestructuras, banca, energías renovables, industria aeronáutica y de defensa, biotecnología y software.

Presencia española

La entrada del Santander en el Sovereing Bancorp, la inversión del BBVA para adquirir dos bancos regionales en Tejas (Texas Regional Bancshare y State Nacional), la compra por parte de OHL de las constructoras Comunita Asphalt y The Tower Group, la inversión de 50 millones de dólares de Gamesa en una fábrica de aerogeneradores en Pensilvania o la inauguración de una tienda de Pronovias en la Quinta Avenida de Nueva Cork son sólo algunas de las principales operaciones de inversión realizadas por las empresas españolas durante 2006, año en el que, además, José Ferrer, presidente de honor de Freixenet, ha sido designado líder empresarial del año en EE UU.

La moda es otro de los sectores que empiezan a consolidarse como distintivo de modernidad y de vanguardia en Estados Unidos, y marcas como Custo Barcelona, Camper, Ágatha Ruiz de la Prada, Jaime Mascaró y Tous son ya habituales en la indumentaria de los ciudadanos norteamericanos. Con un factor novedoso y especialmente relevante, como destaca también Ángel Martín Acebes, "que las inversiones y las exportaciones españolas en todos los sectores se están desvinculando del mercado hispano para extenderse por todos los Estados del país".

Dentro de este amplio abanico de actividades, el vicepresidente ejecutivo del Icex apunta que en este boom de la implantación empresarial española en EE UU "ha sido fundamental la entrada de las constructoras en el área de infraestructura del transporte como ACC y OHL o de FCC, que se ha adjudicado la concesión del mobiliario urbano en Nueva York". Las autopistas de Chicago, Indiana o Houston son algunos de los contratos adjudicados a las constructoras españolas que "además de su experiencia en la construcción de grandes obras en los países de América Latina han introducido fórmulas modernas de financiación de los proyectos, desconocidas hasta ahora en el mercado norteamericano, consistentes en "la posibilidad de anualizar el gasto en inversiones, evitando así el problema del endeudamiento que tanto preocupa a las administraciones locales estadounidenses".

Respecto a los sectores de oportunidad para la inversión española en EE UU, el Plan Integral de Desarrollo del Mercado de EE UU, elaborado por la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio y que ha sido uno de los motores de la entrada empresarial española, destaca, además de las infraestructuras, la biotecnología, química y farmacia, banca y finanzas, la industria medioambiental y las energías renovables, campo en el que España es una potencia mundial, especialmente en el desarrollo de las energías eólica y solar.

Pero el desembarco español no se ha producido sólo en la inversión. También desde el punto de vista del comercio se ha producido un crecimiento espectacular de las ventas españolas en el mercado norteamericano que, entre enero y octubre de 2006, acumulaban un total de 6.062,6 millones de euros, un 22,9% más que en los mismos meses del año precedente y con la desventaja de una apreciación del 5% en el valor del euro con respecto al dólar. Este aumento de las ventas españolas ha permitido equilibrar prácticamente la balanza comercial bilateral, dado que las importaciones españolas procedentes de EE UU crecía un 4,6% en el mismo periodo y alcanzaban un valor de 6.876,1 millones.

El incremento de las ventas españolas ha sido prácticamente generalizado para todo tipo de bienes e incluso el año pasado se ha producido una recuperación del mercado en algunos sectores de consumo que, como el calzado, llevaban casi diez años de caída y que en 2006 han vuelto a registrar incrementos de sus exportaciones a EE UU, con subidas en valor en torno al 5%. También las ventas de productos agroalimentarios han crecido un 8,4%, hasta 595 millones de euros, y en este sector el Icex quiere impulsar la entrada en EE UU del jamón ibérico, aprovechando la homologación de la industria española, y ha puesto en marcha una campaña de promoción del aceite de oliva, en colaboración con la patronal Asoliva, para aprovechar el "furor" por la dieta mediterránea entre los consumidores norteamericanos, con un presupuesto de tres millones de euros para el bienio 2006-2007.

Planes específicos

Los productos agroalimentarios y los bienes de consumo son los que el Plan Integral de Desarrollo de Mercado estima como los más favorables para las empresas españolas, además de los industriales con alto contenido tecnológico, el hábitat y los culturales. En este último sector se van a desarrollar planes específicos de promoción para el libro español y la industria audiovisual.

Finalmente, y aprovechando este tirón de las empresas y los productos españoles, la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio quiere impulsar un plan de actuaciones en el ámbito turístico para recuperar la llegada de turistas norteamericanos a España, que ha caído un 9,4% desde 2001, coincidiendo con los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.