Estilo 'playback'
Como en todas las cosas interesantes, hay un misterio al principio, algo que se nos escapa. Lo tenemos ahí delante, lo disfrutamos y quizá incluso lo entendemos, pero no sabemos de dónde ha salido, por qué está ahí, de qué se trata. Este misterio que te hace tan interesante forma parte de este dúo, los Pet Shop Boys: ¿por qué estos dos, con sus treinta años cumplidos, deciden formar un grupo de pop, de pop de consumo? Sin la urgencia adolescente de autoafirmarse, sin la avaricia de los actores de Hollywood, sin el desequilibrio emocional de los hijos de famosos, sin la vanidad y el ego del cantante vocacional, sin soul, ni duende, ni raza, ni fe... ¿De qué se trata?
Lo único que quedó claro cuando apareció este grupo, los Pet Shop Boys, es que le interesaban cuatro cosas, y todas ellas estaban en decadencia. En 1986 a ellos lo que les interesaba eran los playbacks televisivos, el tecnopop, el italodisco, el productor Bobby Orlando, y King's Cross. Su producto era un monumento a la nostalgia y a la decadencia. Por muy bailables, populares y contagiosos que sean sus éxitos, siempre funcionan como un recuerdo, como un souvenir, un "yo estuve allí", ya sean alegres o tristes. Ni sus baladas te hacen llorar ni vas a perder la cabeza bailando su última remezcla. No participan de este populismo fascista de los compositores latinos actuales que operan desde Miami y escriben canciones como si fueran creativos publicitarios, lanzando simultáneamente miles de mensajes de tono imperativo (todos relacionados con bailar, llorar, besar o suspirar).
Esta distancia que marcan sus canciones, tan esteticista y casi cínica, ha hecho que se les considere un grupo con estilo, un grupo fino. Pero el estilo que ellos tienen no se basa en el buen gusto ni en la cultura: se basa en su interés por cuatro cosas decadentes, y por su empeño en devolverles un poco de la fuerza que habían perdido. Mi gurú personal, que vive en Bilbao, dice que lo mejor de los Pet Shop Boys es que han convertido el playback televisivo en un estilo. Sólo hay que ir a un concierto suyo para comprobarlo. Ese es su estilo: el "estilo playback".
No se trata de estilo tecnopop, aunque sean un grupo de pop electrónico, ni de otros estilos que nacieron de la decadencia del tecnopop, como el estilo techno (sin pop), que es antiespectacular, o el estilo rock, que pretende la autenticidad de cada gesto del show. La sensibilidad de los Pet Shop Boys hacia la decadencia va más allá. Toda la magia, todo el deseo, se proyecta en esos platós televisivos, con decorados ingeniosos que se adecuan a cada canción, y con cuerpo de baile incluido. Es como si se tratara de eso, de estar ahí haciendo playback en la tele, cuando eso tenía sentido, era creíble, entretenido y hasta emocionante.
Desde que empezaron, siempre ha sido un grupo tardío. Llegaron tarde al tecnopop, que en el año 86, cuando publicaron su primer disco, era ya un estilo en plena decadencia, y llegaron tarde ellos mismos, que eran más mayores que los demás grupos de su generación. Pero su decadencia era mayor, o sea: mejor. Su "estilo playback" ha funcionado completamente, y a pesar de estar tan fuera de su tiempo, son un grupo superactual, y superpopular.
Dicho esto, hay que lamentar que el grupo está en declive, desde hace unos diez años. Es un declive artístico galopante causado, creo yo, por su lifestyle. Desde que tienen amigas ricas hacen discos feos. Que se alejen de Valentino y de Elton John. Ahí no hay decadencia, sólo hay mal gusto, el mal gusto de los ricos. Ya que son ingleses y viven en Londres, que aprovechen y se hagan amigos de gente con actitud punk, gente que se haga peelings faciales y coma fruta, en lugar de darse fake tan, gente que no era amiga de Lady Di, gente como la Reina.
Genís Segarra forma parte del grupo Astrud.
Babelia
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