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La situación de la Sanidad

Osakidetza busca cómo hacer más atractiva la carrera médica en la red pública

Menos guardias, estabilidad y más dinero son algunas opciones para paliar la falta de especialistas

La falta de especialistas médicos aún no se ha convertido en una obsesión para Osakidetza, pero los gestores del Servicio Vasco de Salud prevén problemas a corto y medio plazo. Se trata de un mal común al conjunto del sistema sanitario español e incluso europeo: cada vez salen menos licenciados de las facultades de Medicina. Osakidetza está preocupada y por eso ya está ideando fórmulas para que la sanidad pública resulte cada vez más atractiva para los profesionales. Entre otras medidas, figuran reducir las guardias, aumentar las retribuciones y, sobre todo, ofrecer mayor estabilidad laboral.

El Servicio Vasco de Salud es la mayor empresa de Euskadi por su plantilla: casi 24.000 trabajadores con un puesto estructural. A ellos hay que sumar los temporales y sustitutos, con los que el conjunto se acerca a las 27.000 personas. Cada año se producen unas 500 bajas, la mayoría por jubilaciones. En los próximos cinco años está previsto que se jubilen 480 médicos y 209 enfermeras. Por ello es necesario realizar ofertas públicas de empleo (OPE) con cierta frecuencia. José Andrés Blasco, director de Recursos Humanos de Osakidetza, prevé que la próxima OPE no será tan numerosa como la que se acaba de realizar (con más de 4.000 plazas en juego), pero saldrán todos los puestos disponibles. "Queremos llegar al máximo de estabilidad", dice. Con la actual OPE, la previsión es que la estabilidad alcance al 95% de la plantilla.

Durante los próximos cinco años se van a jubilar un total de 480 médicos y 209 enfermeras
La feminización de la plantilla va camino de ser un hecho: el 47% de los facultativos son mujeres

La edad media de la plantilla asciende a 47 años, aunque depende de categorías. Los médicos tienen una media superior, en torno a los 49. "Tenemos que intentar por todos los medios rejuvenecer la plantilla. La OPE ayudará a ello, porque van a entrar más de mil médicos nuevos, con lo que es probable que la edad media baje", confía Blasco, quien es consciente de que es precisamente en esta categoría, en la de médicos de hospitales, donde más problemas de reemplazo existen. Los grandes hospitales eran originalmente del Insalud y, por lo tanto, ya existían antes de que naciese Osakidetza. La sanidad pública en España vivió su eclosión en los años 70. Fue un momento de auge y gran contratación de profesionales. Eran todos de la misma generación, con lo cual la plantilla de médicos de Osakidetza tiene una edad muy similar y se jubilarán en bloque.

La formación de nuevos especialistas es algo muy costoso y en ella influyen aspectos ajenos a la capacidad de la comunidad autónoma. Ahora, los hospitales tienen unas mil plazas de MIR acreditadas, pero no todas se cubren. En total, 876 están ocupadas. "El problema es que se generan pocos licenciados en Medicina", resalta Blasco. Las plazas para formar médicos son limitadas. Es necesario disponer de medios. "En toda España, hay más plazas acreditadas que los MIR que salen. El problema es que se forman pocos médicos: está restringido el acceso a las facultades, pero quizá ni abriendo sus puertas se llenen. Baja mucho el acceso a la universidad y eso complica las cosas".

Esa escasez conllevará una modificación de los sistemas de trabajo, desde la manera de organizar las guardias hasta la propia jornada, todo con la vista puesta en atraer a los médicos. "Ahora tenemos un nivel de eficiencia con relación a la actividad con márgenes de mejora que habrá que explotar. Lo que tendremos que hacer será modificar algunos sistemas y explotar los ámbitos de mejora", apunta Blasco.

¿Cuáles son esos ámbitos de mejora? Una posibilidad es contratar médicos extranjeros, pero Osakidetza prefiere buscar otras fórmulas antes que dar ese paso. "Se trata de modificar sistemas de trabajo, básicamente. Habrá que llegar a formulaciones radicalmente diferentes de lo que tenemos ahora, sobre todo con las profesiones de mayor valor añadido, como los médicos. La proletarización de los médicos, la laboralización, debe desaparecer. Habrá que buscar resquicios como la reducción de jornada. Osakidetza tiene que ser atractiva para la carrera médica, y prueba de ello es la última OPE", añade.

Más del 60% de las plazas convocadas son para médicos y enfermeras. "Ser atractivo hoy", continúa Blasco, "es contar con buenas condiciones de trabajo, estabilidad en el empleo y un buen salario. Vamos a competir con la sanidad privada, y también lo haremos en salario".

La sanidad privada, prevé Blasco, "hará pupa". Y pone el ejemplo del esfuerzo que debe realizar Osakidetza para contratar a un oftalmólogo o un radiólogo. "Nos las vemos canutas, porque ofrecen más dinero en la privada. Y es mucho más complicado cuando se trata de mandarlos a hospitales comarcales, que no son Cruces, donde hay mucho recorrido profesional". Lo que sí tiene claro el director de Recursos Humanos de Osakidetza es que la falta de especialistas no va a conducir a cerrar servicios. "De ningún modo", rechaza tajante. En cuanto a si la exigencia de saber euskera puede motivar la espantada de algunos médicos, considera que no va a ser así.

Personal sanitario de un hospital público del País Vasco prepara un quirófano.
Personal sanitario de un hospital público del País Vasco prepara un quirófano.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

21 extranjeros en los hospitales

La opción de contratar a médicos extranjeros para paliar el déficit de especialistas es la última salida para Osakidetza. En la actualidad, 21 médicos extranjeros trabajan en la Sanidad vasca entre fijos, temporales, interinos y sustitutos. Suponen el 0,34% de los 6.102 facultativos empleados en el sistema público. Hay un poco de todo entre ellos: pediatras, urólogos, médicos de familia.

La mayoría son de procedencia suramericana, pero también hay algún europeo. En detalle, son tres argentinos, un argelino, tres colombianos, cinco cubanos, un chileno, un italiano, un libanés, un mauritano, dos mexicanos, un polaco y un suizo. Así como otras comunidades autónomas están haciendo planteamientos de contratar a extranjeros (Extremadura firmará un convenio con la Embajada de Polonia para contratar a profesionales de ese país), el director de Recursos Humanos de Osakidetza cree que hay que hacer esfuerzos en un sentido diferente. "No tenemos la necesidad apremiante de ir a buscar extranjeros, pero la situación cada vez es más complicada", dice José Andrés Blasco.

La creciente demanda de otros países con situaciones peores que la española también contribuye a la preocupación. A la tradicional demanda de personal de enfermería por países como Portugal y Reino Unido, se ha unido una creciente oferta de plazas para médicos. A algunos profesionales les resulta más fácil y, sobre todo, más rentable cambiar de país que de comunidad autónoma. En el caso vasco, parece que se ha situación no ha cuajado. Por si acaso, Blasco destaca que hay que tomar medidas desde ya.

El resultado es que la planificación hecha hace 10 años por la sanidad pública española ha demostrado que se ha quedado corta. Y es ahí donde entran los médicos extranjeros. Parte de ellos -los de la UE- ven su título reconocido sin apenas obstáculo. Sin embargo, el grueso llega de países latinoamericanos. En el último año, 668 argentinos, 344 venezolanos, 284 ecuatorianos, 249 cubanos y 107 uruguayos, entre otros, consiguieron convalidar su título.

Otra peculiaridad de Osakidetza es que el 47% de los médicos son mujeres. Este porcentaje se dispara cuando se trata del MIR, ya que en la actualidad el 76% son féminas. De esta forma, el vuelco es inminente. "Vamos a tener un cambio importante. Es previsible que el próximo año haya más mujeres que hombres ejerciendo como médicos", apunta Blasco. En enfermería, el 91% son mujeres.

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