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"Un 'subidón' de autoestima"

Ana Pantaleoni

Eva María Fuentes hace ocho meses que se sometió a una operación de cirugía. Llega con fotos de cómo estaba antes de ese 21 de marzo, y muestra en la imagen el contorno de su brazo. Eva llegó a pesar más de 140 kilos, pero como las básculas caseras no marcan más de 140 dejó de pesarse. El pasado lunes la misma báscula señalaba 64,9 y no estaba rota.

Esta quiromasajista ha recorrido un largo camino. La muerte de su madre cuando tenía 16 años le causó un choque emocional y empezaron los problemas hormonales y un aumento descomunal del peso.

El día de su boda, Eva -que mide 1,66 centímetros- pesó 110 kilos. "No hay ninguna gorda que se sienta a gusto con su peso. Te ves con 40 años y empiezan a aparecer otros problemas", explica.

Eva se casó y es madre de dos hijos. Quedarse embarazada de su primera hija le costó un tiempo. Durante el embarazo, sin embargo, perdió 12 kilos, pero ya con la cuarentena ganó 15.

"Después de mis embarazos me puse a hacer un régimen muy fuerte. En un año y medio perdí 70 kilos, pero castigándome muchísimo. Tras este tiempo volví a comer normalmente y me planté en 110 kilos. Con sólo comer un trocito de pastel engordaba un kilo".

Eva acudió a la consulta del médico Constancio Marco, en la clínica privada Teknon, y salió de allí con fecha y hora para la operación. En aquel momento pesaba 110 kilos. "Eva lleva un switch duodenal. Es una operación en la que se estrecha ligeramante el estómago y se modifica la configuración del intestino para disminuir la absorción de grasas", explica Marco.

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La operación y el posoperatorio de Eva funcionaron, pero ella insiste en que es su caso particular. "Tuve un buen posoperatorio, pero no a todo el mundo le ocurre".

Subraya que en otras experiencias y con otras técnicas puede resultar muy duro. "No es la panacea para todo el mundo, pero mentalmente verte así da seguridad. Para mí la operación ha supuesto un subidón de autoestima".

Eva dice que ahora no guarda régimen estricto, pero que su apetito le ha cambiado. "Ahora como a la plancha por devoción". No toma dulces ni fritos porque no le apetecen. Lo que sí le gusta, y mucho, es irse este invierno a esquiar con sus dos hijos. Antes era imposible.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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