Rajoy aceptará que Zapatero se reúna con ETA pero exige no negociar con Batasuna

El líder del PP, Mariano Rajoy, trasladará hoy al presidente del Gobierno una idea que ya defendió en su última cita en Moncloa del pasado mes de marzo. Rajoy, según sus colaboradores, apoyará que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero se reúna con ETA para verificar si la banda está dispuesta a dejar las armas, pero exclusivamente con ese objetivo. Rajoy no cree que sea el momento más oportuno porque ETA no muestra su voluntad de abandonar la violencia, pero piensa que lo fundamental es que el Gobierno y el PSOE dejen de negociar políticamente con Batasuna y garanticen que la formación ilegalizada no irá a las elecciones.

"Eso es lo que hicimos nosotros en 1999, nos reunimos con ETA para ver si estaban dispuestos a dejar las armas y no entramos en ningún tipo de negociación política con ellos, porque la paz no puede tener ningún precio político", señalan colaboradores del líder popular. Claro que, añaden, la diferencia con la situación de marzo, recién conocido el alto el fuego, es que en estos meses ha quedado en evidencia que ETA no tiene la voluntad inequívoca de abandonar la violencia.

A la vez, Rajoy piensa reclamar a Zapatero un compromiso firme para que los socialistas vascos dejen de reunirse con Batasuna en lo que el PP considera una evidente negociación política. Eso es lo reprochable, para el PP, y no las reuniones con ETA.

El entorno de Rajoy recuerda que en su última reunión en marzo con Zapatero le transmitió estos mismos extremos y mantuvo su apoyo hasta que en julio, pocas horas después del debate sobre el estado de la nación, que había sido de guante blanco, llegó la noticia de que el PSE había pactado una reunión con Batasuna. Rajoy se sintió traicionado por Zapatero.

Nadie en el PP prevé un resultado positivo de la reunión. Rajoy tiene muchos reproches que hacer al presidente y le va a pedir algunas cosas que se antojan difíciles de cumplir. De hecho, como gesto de distanciamiento totalmente inédito, el PP ha anunciado que Rajoy informará de la entrevista en la sede central del partido, en la calle Génova, y no en La Moncloa, como han hecho todos los jefes de la oposición que la han visitado, incluido él.

Rajoy quiere forzar a Zapatero a un compromiso difícil: que dé "tres certezas", explicó ayer en Baza y Guadix (Granada), de que no dejará que Batasuna se presente a las elecciones

"mientras siga existiendo ETA", que no va a haber mesa de partidos ni negociación política con la organización terrorista y que el fiscal general del Estado "no seguirá cambiando de criterio siempre en beneficio de ETA".

Rajoy se reunió el miércoles por la tarde en el Congreso con Ángel Acebes, Ignacio Astarloa y José María Michavila para preparar la reunión de hoy. En la tradicional copa navideña del grupo parlamentario del PP, ningún dirigente vislumbraba la posibilidad de que hoy saliera algún acuerdo positivo en la reunión en La Moncloa. Es más, algunos mostraban sus dudas por la tibieza del partido tras la extraña rueda de prensa del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Rajoy reconoció ayer que algunos miembros de su partido le han recomendado que no acudiera hoy a La Moncloa. "Escucho a todo el mundo, pero las decisiones las tomo yo", concluyó.