Al Qaeda irrumpe en el conflicto palestino llamando a la 'yihad'

El brazo derecho de Osama bin Laden, Ayman al Zawahiri -muchos aseguran que andan a la par-, reapareció ayer de nuevo en un vídeo emitido por la cadena de televisión Al Yazira para arremeter contra la decisión del presidente palestino, Mahmud Abbas, de convocar elecciones legislativas y presidenciales anticipadas. Pero también criticó la iniciativa de Hamás de presentarse a los comicios del pasado enero, de los que emergió triunfador. "Cualquier otro camino diferente a la yihad nos conducirá a la derrota", dijo Al Zawahiri.

El lugarteniente de Bin Laden, de origen egipcio, no dejó títere con cabeza. Al mandatario palestino le atribuye la condición de hombre de "América [Estados Unidos] en Palestina" y a la organización fundamentalista le dirigió una pregunta cargada de veneno. "¿Cómo no exigen una Constitución islámica para Palestina antes de presentarse a unas elecciones?, ¿no son un movimiento islámico?".

Al Zawahiri no es partidario de la más mínima concesión ni de compromiso alguno con quienes no se sometan a los métodos violentos que su organización preconiza. "Reconocer a Mahmud Abbas como presidente es una forma de reconocer a Israel", dijo en otro mensaje dirigido también a Hamás. "Aquellos que intentan liberar las tierras musulmanas mediante unas elecciones basadas en Constituciones seculares, o sobre decisiones para entregar Palestina a los judíos, no liberarán ni un grano de arena de Palestina y sólo asfixiarán la yihad".

Hamás, una organización musulmana suní, al igual que Al Qaeda, siempre ha reiterado que sus operaciones armadas y atentados terroristas en suelo israelí pretenden la "liberación" de la Palestina histórica -o sea, la desaparición del Estado de Israel-, haciendo hincapié en que nunca atacarán en ningún otro lugar del mundo.

Varios dirigentes de Hamás han señalado a este diario no ver con buenos ojos que Al Qaeda se inmiscuya en la lucha contra el Estado sionista en Cisjordania y Gaza. Los servicios secretos israelíes aseguraron hace meses haber detectado intentos de infiltración de Al Qaeda en los territorios ocupados, aunque hasta la fecha nunca han perpetrado atentados en Israel a pesar de sus reiteradas amenazas.

Por otro lado, el alto el fuego firmado entre Al Fatah y Hamás el martes no fue aplicado ayer a rajatabla. Dos policías de los cuerpos de seguridad fieles a Abbas murieron en choques armados con milicianos islamistas. Y en el entierro de una de las 14 víctimas mortales de los últimos días partidarios de Al Fatah quemaron varios coches propiedad, al parecer, de dirigentes de Hamás. Abbas pidió "a todos los palestinos responsabilidad y moderación" para que vuelva la calma en Gaza, y afirmó "no oponerse" a volver a dialogar con Hamás acerca de un Gobierno de unión, a pesar de la oposición de este movimiento a la celebración de elecciones anticipadas.

Además, la tregua que suscribieron las facciones palestinas e Israel el 26 de noviembre está cada día que pasa más en el aire. El Ejército hebreo mató a dos supuestos militantes de Yihad Islámica en Cisjordania y el lanzamiento de cohetes artesanales Kassam se reanudó contra las ciudades y comunidades agrícolas del sur de Israel después de varios días de calma. Milicianos palestinos dispararon al menos siete proyectiles. El Gobierno de Ehud Olmert viene advirtiendo que la contención de sus fuerzas armadas no puede durar demasiado tiempo si los cohetes siguen amenazando a los habitantes del sur de Israel.