El conflicto de Reckitt se cierra tras aceptar la plantilla la oferta de la multinacional
El conflicto laboral abierto hace tres meses en la fábrica en Güeñes de la multinacional británica Reckitt Benckiser quedó resuelto ayer al aceptar los trabajadores la última oferta de la empresa. Un 70% de la plantilla, que suma 193 personas, aceptó en una asamblea la propuesta, que a última hora registró una nueva mejora: en lugar de las 45 mensualidades máximas establecidas para el cobro de las indemnizaciones serán 60.
Tras el ultimátum de la compañía, que expiraba a la una de la tarde de ayer, a lo largo de la mañana se sucedieron los contactos entre ambas partes. Intervino también la Inspección de Trabajo, que medió para que la empresa hiciese esa concesión y el comité flexibilizase sus peticiones.
El acuerdo final, que podría firmarse hoy, supone una indemnización de 62 días por año trabajado con el tope de las 60 mensualidades y un mínimo de 36.000 euros; la prejubilación para los trabajadores que hayan cumplido 50 años antes del 1 de enero de 2007 y el compromiso de recolocación del 100% de la plantilla, salvo quienes se acojan a la jubilación anticipada.
El documento era apoyado por tres de los cuatro sindicatos del comité (ELA, CCOO y una central independiente), mientras que LAB pidió el voto en contra, como hizo cuando a principios de mes se debatió el inicio de las negociaciones y la asunción del cierre de la factoría.
Una vez firmado el acuerdo, será trasladado a Empleo, que debe emitir la aprobación definitiva. Un portavoz de Reckitt aseguró que, desde entonces, los empleados dejarán de trabajar en la factoría, cuyas instalaciones se desmantelarán para ser trasladadas a otros centros de producción de la multinacional.
1.100 nuevos empleos
Por otro lado, la Diputación de Vizcaya presentará hoy la inversión del grupo vizcaíno Afer, que va a montar en Alonsotegi una planta destinada a un sistema novedoso de construcción de viviendas que creará 1.100 puestos de trabajo directosi, "la iniciativa económica que más empleos directos ha generado en Vizcaya en los últimos 20 años", señaló la institución foral.
El diputado general, José Lis Bilbao, afirmó que el proyecto, en el que llevaban "meses trabajando de forma discreta", pretende hacer frente a la crisis industrial de la Margen Izquierda y la comarca de Las Encartaciones, donde también se encuenra Güeñes. Afer fabrica los elementos de una vivienda en una cadena de montaje para su posterior ensamblaje, de manera similar al sistema tradicional de la industria del automóvil. Esta compañía tiene una plantilla de 2.000 trabajadores y su facturación anual supera los 180 millones.
"Es un proyecto importantísimo, estratégico, de futuro", dijo Bilbao, quien se vanaglorió de que la Diputación no recurra "al megáfono y la pancarta".
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