Las posibilidades de lo 'nano'

Un grupo de investigadores detecta una célula tumoral y crea un dispositivo que permite liberar un fármaco justo en ese punto. Podría ser el argumento de una película de ciencia ficción, pero también un logro del Centro de Investigación Cooperativa (CIC) Biomagune, especializado en biomateriales, que inaugura hoy oficialmente sus instalaciones en el parque tecnológico de Miramón, en San Sebastián. Y es que el nuevo centro indaga ya en las posibilidades que ofrece la nanotecnología para abordar con precisión enfermedades como el cáncer y el sida, estudios del cerebro o diversos implantes.

El CIC Biomagune ha iniciado su aventura con dos unidades: una de nanomateriales biofuncionales y otra de biosuperficies, que han requerido una inversión de diez millones de euros. El Departamento de Industria ha aportado ocho millones y la Diputación de Guipúzcoa, los dos restantes. Ambas unidades suman siete laboratorios encabezados por otros tantos investigadores procedentes de distintos países. Entre ellos está el químico sevillano Manuel Martín-Lomas, reconocido internacionalmente por sus investigaciones en el campo de los hidratos de carbono, quien ejerce como director científico del equipamiento donostiarra.

El nuevo equipamiento estrenará en un año una avanzada unidad de imagen molecular

La unidad de nanomateriales biofuncionales pretende "preparar estructuras capaces de reconocer e interactuar con sistemas biológicos" para cumplir una función determinada, que puede ser, por ejemplo, llevar un medicamento a un punto concreto o lograr que una célula se haga más visible con un agente de contraste, según explica Martín-Lomas.

Por su parte, la unidad de biosuperficies se dedica al "diseño y la construcción de superficies biofuncionales sobre diferentes soportes" para estudiar problemas relevantes en biología y comprender y poder predecir las interacciones de las células con los materiales. La investigación en este caso podría traducirse en la creación de biosensores y en el mejor conocimiento de la compatibilidad de los implantes.

"Para hacer buena ciencia en el siglo XXI se requieren buenos investigadores y buenos equipamientos, y además tienen que ser equipamientos que hagan característico un centro de investigación", destaca el bioquímico José María Mato, director general del CIC Biomagune y también de su hermano mayor, el CIC Biogune, inaugurado en enero de 2005 en el Parque Tecnológico de Vizcaya, en Zamudio.

En el caso del centro donostiarra, ese equipamiento característico es la unidad de imagen molecular, ahora en fase de diseño y construcción bajo la supervisión de un comité de expertos. La idea es que esté lista a finales del próximo año o principios de 2008 y que se convierta en una de las mayores plataformas tecnológicas creadas hasta el momento en el campo de la imagen molecular no sólo en el País Vasco, sino en la Unión Europea, tal y como resaltan sus impulsores.

De hecho, contará con las más modernas tecnologías de captación de imagen, como la tomografía por emisión de positrones (PET) o la computerizada por emisión única de fotón (Spect-ct). Este tipo de dispositivos permite, entre otras cosas, visualizar con detalle la acción concreta de un fármaco.

Esta segunda fase de Biomagune requerirá una inversión de 20 millones de euros. De esta cantidad, un total de 12 millones se destinarán a la adquisición de la maquinaría de la unidad, mientras que el resto del dinero costeará el acondicionamiento de los locales y los gastos de funcionamiento. El Gobierno central colaborará en la financiación de la nueva unidad.

Una vez que Biomagune funcione al completo, su plantilla oscilará entre las 80 y las 100 personas, la mayoría personal investigador altamente cualificado, según calcula Mato. El presupuesto corriente anual rondará los diez millones de euros, también según las previsiones del director general, quien opina que la aportación pública en un centro de estas características no debe bajar del 70%. En este sentido, confía en que en el plazo de un año alguno de los proyectos de investigación desarrollados por Biomagune será patentado y derivará en la creación de una empresa que comercialice la correspondiente aplicación.