Cotino fuerza un acuerdo sobre el coste mínimo de los cítricos para evitar el paro
Aguado y Brusca celebran la propuesta y piden el compromiso de las grandes superficies
Juan Cotino, consejero de Agricultura, congregó ayer en la sede del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias a representantes de decenas de cooperativas y comerciantes de cítricos para intentar rescatar el pacto de caballeros alcanzado en julio pasado que recomendaba unos precios mínimos para los productores, que se han incumplido sistemáticamente desde entonces, y evitar el paro convocado en el sector citrícola para el 14 y 15 de diciembre. Cooperativas y comerciantes emitieron un comunicado conjunto que señala que "el coste mínimo puerta-almacén que permite no incurrir en ventas a pérdidas es de 0,55 euros para las clementinas y de 0,40 euros para las navelinas".
"Debemos saber si el acuerdo se traduce en una garantía razonable para los agricultores"
La determinación de los productores de cítricos de llevar hasta sus últimas consecuencias protestas contundentes por la crisis de precios que sufren desde hace años y que se ha agudizado con fuerza en las últimas tres campañas ha disparado las alarmas en el comercio y en los despachos de la Administración autonómica.
Martín Navarro, Fontestad, Bordils, Cañamás Hermanos o la cooperativa de segundo grado Anecoop fueron algunos de los más de cincuenta convocados a una reunión que congregó "al 80% de los representantes" de las cooperativas y el comercio de cítricos, según un portavoz de la Consejería de Agricultura. No participó en el encuentro, sin embargo, Antonio Muñoz, presidente de Intercitrus y copresidente del Comité de Gestión de Cítricos, que se negó en rotundo a comprometer un precio mínimo a los productores en la reunión de la interprofesional citrícola celebrada el martes.
El comunicado firmado por el Comité de Gestión de Cítricos, que agrupa a comerciantes y exportadores, la Federación de Cooperativas Agrícolas y Citrusat, que agrupa a los productores que están vinculados a cooperativas, arranca constatando una obviedad. Si Cristóbal Aguado y Joan Brusca, responsables de la Asociación Valenciana de Agricultores y de Unió-COAG, reclamaron el martes un precio mínimo de 25 céntimos para las clementinas y 20 céntimos para las naranjas en el campo, al acumular los costes de recogida, de transporte al almacén y de confección (lavado, encerado y empaquetado), las clementinas pagadas en la puerta del almacén, donde las recogen los grandes comerciantes, elevan su precio a 55 céntimos y las naranjas a 40.
El único compromiso que recoge el comunicado tiene, una vez más, mucho de pacto de caballeros, puesto que los asistentes a la reunión apuntaron "su compromiso de mostrarse consecuentes en su actividad comercial con ese análisis".
La redacción del texto responde a la expresa prohibición de la Unión Europea de alcanzar pactos sobre precios mínimos, una práctica que viola el principio de libre competencia, pero apenas modifica la situación actual. Y, como apunta un productor, evita cifrar expresamente los costes que asume el eslabón más débil de la cadena.
El comunicado recoge la propuesta que Juan Safont, presidente de Anecoop, dejó el martes sobre la mesa en la sede de Intercitrus y que fue rechazada sin contemplaciones por el presidente de la interprofesional.
En el transcurso de la reunión, representantes del comercio descendieron a la cruda realidad cuando esgrimieron su escasa capacidad de movimiento a la hora de fijar precios ante clientes poderosos como las grandes superficies.
Algún comerciante apuntó que la presión de las grandes superficies le ha forzado a recortar sus márgenes. El encuentro también permitió constatar que la competencia entre comerciantes es feroz y que una subida de precios puede implicar la pérdida de un cliente a favor de la competencia.
Cristóbal Aguado y Joan Brusca, que arremetieron con crudeza contra los comerciantes el pasado martes, celebraron el comunicado conjunto de cooperativas y comerciantes pero con cautela.
Brusca calificó la iniciativa como "positiva", pero deslizó: "Primero debemos conocer el alcance de este acuerdo y ver si se traduce en una garantía razonable para los agricultores". Aguado acogió "muy bien este principio de acuerdo", pero añadió: "Hace falta que las grandes superficies asuman estos niveles de precios". Brusca, por su parte, apeló a un compromiso de las grandes superficies en la mesa de negociación.
Las organizaciones de productores que convocaron el paro para el 14 y 15 de diciembre tienen previsto reunirse el lunes para analizar la situación y decidir sobre el futuro inmediato.
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