El ciervo macho influye en el sexo de sus crías
En una población de ciervos tomada en conjunto, la cantidad de cervatillos hembra y macho que nacen es similar. Sin embargo, al analizar qué crías concretas produce cada macho, el resultado es sorprendente: los más fértiles tienen más hijos y los menos fértiles, hijas. Este es el resultado de un experimento realizado por científicos españoles (del Museo Nacional de Ciencias Naturales -CSIC- y de la Universidad de Castilla-La Mancha), en el que inseminaron artificialmente casi 350 hembras de ciervo (Cervus Elaphus) con semen obtenido de machos de poblaciones naturales.
La fertilidad de los ciervos macho varía notablemente: entre un 24% y un 70% (por la cantidad de espermatozoides morfológicamente normales). También es muy variable la proporción de crías de su mismo sexo: entre un 25% y un 72%. Montserrat Gomendio y sus colegas, que presentan hoy su investigación en la revista Science, explican que, desde el punto de vista del mayor éxito en la propagación de sus genes, puede ser beneficioso para los machos que producen más espermatozoides hijos que heredarán su característica de elevada producción de esperma, lo que incrementará, a su vez, la fertilidad de éstos en el futuro.
Sin embargo, para los machos con baja fertilidad es más efectivo engendrar hembras, porque éstas no heredarán su baja calidad eyaculadora, y por tanto no se verán afectadas por este rasgo comparativamente deficiente.
Dominantes
"Estudios anteriores -desarrollados exclusivamente en hembras- habían demostrado que las ciervas dominantes producían más machos, mientras que las subordinadas producían más hembras", recuerdan los científicos. Ellos explican que los machos más fuertes, al dominar territorios con más comida, aseguran para sus hembras los mejores pastos, y estas pueden alimentar mejor a sus crías, algo especialmente útil para los hijos, que son más fuertes y corpulentos que las hijas.
Sin embargo, hasta ahora no se había observado experimentalmente esta selección del sexo de sus crías en los machos. Los científicos desconocen los mecanismos por los que se producen estos sesgos en el sexto de las crías, pero creen que los mamíferos, los machos pueden tener un mayor control del sexo de las crías que en otros animales.
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