Dos de cada cien catalanes son adictos al juego, alertan los expertos

El 2% de la población catalana es ludópata. Lo que es lo mismo: es adicta al juego. Así lo estiman los especialistas en salud mental del Hospital de Sant Pau de Barcelona, que cifran que sólo en la capital, hay 23.700 jugadores patológicos y otros 39.000 considerados problemáticos. Este centro presentó ayer la primera unidad especializada para ludopatías de la ciudad, que también tratará al resto de adicciones no tóxicas.

Diferentes estudios indican el predominio de las adicciones no tóxicas entre la población catalana. Se trata de dependencias que llevan a las personas a tener comportamientos compulsivos e irrefrenables. Entre ellos, la adicción al sexo, a los videojuegos, a navegar por Internet, a usar el teléfono móvil y a ver la televisión.

De todas estas actividades, la que despierta mayor preocupación social, la más visible y la más tratada es la ludopatía. El 2% de la población de Mataró (Maresme) que acudió a visitarse a los ambulatorios y hospitales de esta localidad es adicta al juego, según un estudio del Consorcio Sanitario de Mataró.Este porcentaje es coincidente con otros estudios hechos en otros territorios, lo que lleva a los psiquiatras encargados del nuevo departamento a concluir que el porcentaje es extrapolable a toda Cataluña.

El informe de Mataró señala que el 1% de los pacientes eran adictos al sexo, el 3% a los videojuegos, el 4% a Internet, el 5% al teléfono móvil y el 19% a la televisión. Otro estudio, elaborado en este caso por los facultativos del Consorcio Sanitario de Terrasa, indica que el 13% de los pacientes de la unidad de psiquiatría del Hospital de Terrassa (Vallès Occidental) eran ludópatas.

Límite impreciso

"Hay muchas dificultades para establecer dónde está el límite para considerar que un comportamiento es una adicción. Se considera que alguien sufre dependencia cuando su comportamiento respecto a algo obstaculiza su funcionamiento personal", indicó José Pérez de los Cobos, responsable de la nueva unidad de conductas adictivas no tóxicas del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Este departamento tendrá capacidad para atender simultáneamente a un centenar de usuarios.

El 98% de las consultas de la nueva unidad serán ludopatías, estiman sus responsables. La razón: que la adicción al juego es más fácil de detectar que el resto de dependencias por la repercusión económica y la desestructuración familiar que conlleva, indicó Pérez de los Cobos. La adicción al sexo, "está muy estigmatizada", y esto hace que "pocos afectados reconozcan que la sufren".

En 2005, las siete unidades hospitalarias en adicciones no tóxicas operativas en Cataluña han tenido 585 pacientes. Parte de sus usuarios presentaban otros trastornos, especialmente ansiedad y depresión.