Oriente Próximo se sitúa en el eje de la Alianza de Civilizaciones

El informe constitutivo de la Alianza de Civilizaciones, presentado ayer en Estambul, destaca el conflicto israelo-palestino como "realidad que conforma la visión de millones de musulmanes". "No es uno más entre los conflictos regionales, porque ningún otro conlleva su carga simbólica y emocional", dijo Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas. El informe pide que se convoque una conferencia de paz internacional, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, estudia proponerla al próximo Consejo Europeo, que reunirá a mediados de diciembre a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

"No es una alianza de Estados ni de países", sino de sociedades civiles, dijo Erdogan

"La violencia en Afganistán y el cada vez más violento conflicto de Irak" son los otros dos hechos que han contribuido a crear una situación internacional de tensiones entre el mundo islámico y el mundo occidental, suficientemente graves como para que fuera "apremiante" la necesidad de esta alianza llamada a terminar con "la polarización entre las distintas ideas y creencias", en expresión del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha copatrocinado el proyecto con Zapatero.

El informe ha sido elaborado por el Grupo de Alto Nivel (GAN) que creó el propio Annan, tras asumir la iniciativa lanzada por Zapatero en 2004 ante la Asamblea General de la ONU. Consta de un análisis de la situación y sus causas, y de una serie de recomendaciones prácticas que habrán de ser traducidas en un plan de acción por el actual secretario. Éste tiene previsto presentar su plan el 18 de diciembre en Nueva York, durante el traspaso de poderes a su sucesor, el coreano Ban-Ki Moon. Pero Annan ya adelantó ayer que, cuando cese, piensa seguir involucrado en la alianza.

Fuentes españolas le consideran candidato al cargo de Alto Representante, propuesto por el GAN para garantizar que su informe será llevado a la práctica, con el apoyo de una pequeña oficina específica y de un foro llamado a coordinar a los distintos actores. "No es una alianza de Estados ni de países", sino de sociedades civiles, dijo Erdogan, que, sin embargo, instó a todos los gobiernos a que lo respalden, "para que el contenido del informe se convierta en una realidad". Todo dependerá de esas reacciones y de las nuevas autoridades de Naciones Unidas.

El informe del GAN, en el que han convivido 20 personalidades tan dispares como el ex presidente de Irán Mohamed Jatamí, un académico chino, Pan Guang, el ex ministro socialista francés Hubert Vedrine o el arzobispo surafricano Desmond Tutu, es un texto de compromiso, susceptible de concitar reacciones encontradas. Apenas da espacio a una visión laica, porque "parte del análisis de los comienzos del siglo XXI, cuando las creencias religiosas son un elemento muy importante en las tensiones", según explicó Zapatero.

El análisis de GAN parte, en efecto, de que, pese a las previsiones modernistas de que el progreso acabaría con las religiones, "hay una creciente demanda en muchas sociedades de un mayor papel de la religión en la vida pública". Las tensiones generadas a partir de ahí, prosigue el informe, no son producto de las religiones, sino de "su explotación por ideólogos". Annan reiteró ayer que "el problema no es nunca la fe, sino los creyentes".

Claro que el GAN también denuncia "los asesinatos por honor, los castigos corporales y la opresión de la mujer", sin identificar a los culpables, aunque estas prácticas estén legisladas en Estados tan señalados como Irán o Arabia Saudita. "A los ojos de respetados musulmanes, no tienen fundamento religioso", destaca el documento, que también pone de manifiesto "la doble moral" de Occidente en la aplicación de la ley internacional.

"Es una iniciativa basada en la fuerza de la razón, y no en la razón de la fuerza", subrayó el copresidente español del GAN, Federico Mayor Zaragoza. "El conflicto no es entre culturas, es entre los que quieren la paz y los que quieren la guerra", afirmó Erdogan. Zapatero dio un paso más en contra de la política más reciente de Estados Unidos: "Frente a los que quieren sacrificar la paz para defender nuestros valores, debemos alzar nuestra voz para decirles que la paz es el último de nuestros valores que estaríamos dispuestos a sacrificar. Porque sin paz, no hay libertad, no hay justicia, no hay dignidad, no hay prosperidad".

También aseguró que "los que están dispuestos a combatir los valores de otras culturas y religiones con la violencia, antes o después emplearán la violencia contra las personas de su misma cultura y religión". El presidente del Gobierno coincidió plenamente en el diagnóstico de que el conflicto israelí-palestino "es el conflicto de los conflictos", según dijo, y en la petición del GAN de que "se convoque, lo antes posible, una conferencia internacional sobre el proceso de paz de Oriente Próximo". De hecho, adelantó que espera presentar "la próxima semana" una iniciativa sobre el tema de ámbito europeo.

Fuentes diplomáticas indican que la iniciativa en cuestión apunta a la preparación de la conferencia de paz que ha venido reclamando el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con el argumento de que la situación está tan deteriorada que no admite ya medidas parciales, como la Hoja de Ruta, y requiere una acción internacional decidida. Este planteamiento mereció el apoyo de 14 países de las dos orillas del mediterráneo reunidos en Alicante hace dos semanas, Según las mismas fuentes, el objetivo ahora es plantear la iniciativa en el Consejo Europeo que se reunirá en Bruselas el 14 de diciembre.