Puntualizaciones
En relación al artículo que el pasado 31 de octubre publicó en su diario Albert Branchadell, con el título Defender a los pueblos de España, deseo hacer las siguientes puntualizaciones:
1. La mención del preámbulo de la Constitución a "los pueblos de España" es retórica. El artículo 1.2 establece claramente que "la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado", incluyendo los autonómicos.
Asimismo, el artículo 2 señala que "la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española". Se trata, pues, de una Constitución nacional, no federal, con un único pueblo como sujeto soberano.
2. El artículo 3 sí delimita territorialmente la cooficialidad de las lenguas autonómicas, y establece la oficialidad del castellano en todo el Estado.
3. Establecer la oficialidad de las lenguas autonómicas en todo el Estado exigiría una revisión constitucional por el 168.1 CE, pues afecta al Título Preliminar.
4. Que las sentencias y autos de la Administración de Justicia en Cataluña sean en castellano, no impide que cualquier ciudadano utilice el catalán en los actos judiciales. Pero es cierta la inferioridad de esta lengua en dicha administración, como no es menos cierta la discriminación del castellano en la enseñanza, los medios de comunicación de la Generalitat y las administraciones públicas en Cataluña. Esta discriminación es consecuencia de la consideración del catalán como única "lengua propia" de Cataluña, por encima de la cooficialidad con el castellano.
5. Finalmente, la propuesta multilingüista de oficializar las cuatro lenguas españolas en el conjunto del Estado es interesante, más allá de los problemas de aplicación y la revisión constitucional exigible. Parece más razonable, no obstante, que los órganos constitucionales se comuniquen por propia decisión en cualquiera de ellas respetando los derechos de opción, de acuerdo con la moción parlamentaria recientemente aprobada. Pero mantener la discriminación de la lengua castellana en las instancias públicas catalanas es proponer el multilingüismo en una sola dirección. Es un vicio muy general de los nacionalistas catalanes el exigir a España la pluralidad que se niega en Cataluña.
