Venezuela renuncia a la compra de 12 aviones CASA

El Gobierno de Venezuela considera definitivamente "inviable" la compra de los 10 aviones de transporte C-295 y dos de vigilancia marítima fabricados por EADS-CASA que acordó en 2004 José Bono, entonces ministro de Defensa. La operación, motivo de graves fricciones entre dicho Departamento y Exteriores, topó con la oposición frontal de Washington, que prohibió la transferencia de la tecnología estadounidense que incorporan esos aviones.

"No es culpa nuestra. Queríamos cumplir el contrato. Pero EE UU ha impuesto una serie de normas que impiden la venta de esos aviones a Venezuela. La limitación, en este caso, era de la soberanía española", declaró ayer en Madrid el vicepresidente primero de Venezuela, José Vicente Rangel, que anunció la cancelación del contrato tras entrevistarse con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Rangel confirmó que sigue adelante el encargo de cuatro patrulleras oceánicas y otros cuatro guardacostas a los astilleros Navantia. Este pedido representa la parte de león del contrato global firmado por Bono, valorado en unos 1.700 millones.

EE UU centró en las aeronaves sus críticas a una operación que calificó de "desestabilizadora" y llevó las relaciones hispano-estadounidenses a su punto más crítico, tras la retirada de Irak. Bono forzó que todo el Gobierno respaldara la operación antes de firmarla en presencia de Hugo Chávez.

Zapatero verá a Chávez

Gustavo de Arístegui, portavoz de Exteriores PP, declaró ayer: "Sabemos que el Gobierno hizo todo lo posible para presionar a CASA a que siguiese con la venta, aún sabiendo que sin la tecnología estadounidense, y buscando un reemplazante, no tenía márgenes de comercio. El Gobierno fue absolutamente imprudente. Primero, vendiendo armas a un régimen en deriva totalitaria y segundo, haciéndolo sin la autorización de EE UU".

Rangel declaró, por otro lado, que el hecho de que España vaya a votar a Guatemala para el Consejo de Seguridad de la ONU no empañará las relaciones de Madrid con Venezuela, que también aspira al puesto. El vicepresidente venezolano anunció que Zapatero y Hugo Chávez se entrevistarán en Montevideo (Uruguay) en noviembre, durante la Cumbre Iberoamericana.