¿Cómo no leerlo?

Celebramos ahora el centenario del nacimiento de uno de los mayores escritores del siglo XX. Para quien encuentre esta afirmación demasiado contundente, sólo cabe invitarle a leerlo. Quizá valga la pena comenzar por El desierto de los tártaros, quizá por El secreto del Bosque Viejo, un clásico para todas las edades, o por El gran retrato, o por sus magníficos cuentos. No importa, cada libro de Buzzati nos llevará al siguiente y de él merece la pena leerlo todo. "El más mágico de los escritores italianos", como se refería a él Indro Montanelli, tuvo siempre gran predicamento entre el público de su país: Un amor rebasó con creces en Italia el millón de ejemplares vendidos y casi todas sus obras son allí muy populares. Como otras veces, la crítica, al menos la académica, quizá incómoda con un autor inclasificable, no siempre estuvo a la altura, y aún hoy hay quien se permite cuestionar su pertenencia a la élite de las letras del siglo XX. Aunque éstos son cada vez menos, y el tiempo va dando la razón a Borges, cuando dijo que las generaciones venideras no se resignarían a olvidar a Buzzati. Reconocido en todo el mundo como un grande a partir de El desierto de los tártaros, su carácter humilde y reservado le alejó siempre de academias, sanedrines y círculos de influencia. Su vida transcurrió sin estridencias y apenas se encuentran en ella acciones muy reseñables más allá de su excelente labor periodística: sus crónicas eran esperadas con ansia y leídas con admiración en toda Italia, y muchas de ellas son dignas de antología. Pues tal vez lo más reseñable de su vida fue sencillamente su privilegiada percepción de la existencia, y esa combinación entre humildad, genio y sensibilidad que llevó a sus obras y que nunca le agradeceremos bastante. Genio presente en toda su obra, pues aunque El desierto de los tártaros es justamente la más conocida, y considerada por algunos como una de las mejores novelas del siglo XX, la lectura de esta novela no basta para tener una idea cabal de la enorme inventiva, de la imaginación, y la riqueza temática del conjunto de la obra de Buzzati.

El paralelismo con Kafka puede ser pertinente en algún sentido, pero Buzzati es mucho más que un heredero de Kafka. Albert Camus nos viene también a la cabeza, pues en Buzzati hay algo del existencialismo humanista de Camus, y ambos se conocieron y se admiraron recíprocamente, pero Buzzati tampoco es Camus. Algo parecido podría decirse de Italo Calvino. Buzzati es un autor tan singular e irrepetible como todos los grandes.

En España, hasta hace poco era tan difícil encontrar a un escritor que no admirase a Buzzati como a un puñado de lectores que lo hubieran leído. Editado de forma discontinua hace 30 o 40 años, casi todas sus obras habían desaparecido desde hace décadas de nuestras librerías. Mercedes Corral y Carlos Manzano, con su solvencia habitual, y con la dosis necesaria de pasión, han puesto ahora a nuestra disposición excelentes traducciones de Buzzati la de Un amor, de Carlos Manzano, premiada por el Ministerio de Exteriores italiano, y nos han permitido leerlo en toda su riqueza, incluido su extraordinario y sorprendente Poema en viñetas, inédito hasta hoy en España, que además nos acerca al Buzzati pintor. Esta vez, la crítica española ha acogido a Buzzati con el entusiasmo que merece, reconociendo en él a uno de esos autores imprescindibles que crecen con el tiempo ante nuestros ojos.

Hablando del conjunto de la obra de Buzzati, su biógrafo francés, Michel Suffran, escribió: "Buzzati ha llegado, con una pureza de corazón y una modestia artesanales, a construir, paso a paso, una de las reflexiones más altas, pero menos altivas, sobre nuestra aventura como hombres". ¿Cómo no leerlo?

Javier Santillán es editor de Gadir.