Los candidatos se vuelcan por el voto de Barcelona y su área metropolitana
Mas firma ante notario que no pactará con el PP y Montilla le reprocha que vote contra los Presupuestos
La primera jornada de la campaña de las elecciones catalanas del 1 de noviembre se centró en Barcelona y, sobre todo, en su potente área metropolitana. El candidato socialista, José Montilla, estuvo ayer por la mañana en Cornellà de Llobregat, donde fue alcalde durante 19 años. Su charla matinal fue interrumpida por la megafonía que anunciaba el mitin del candidato de CiU, Artur Mas, en su mismísimo feudo. El PSC contraprogramó y el alcalde de Cornellà, Antoni Balmon, convocó por la tarde un encuentro de amigos de Montilla a la misma hora de la conferencia de Mas. La batalla será reñida.
Mas ha repetido hasta la saciedad que quiere ser el presidente de todos los catalanes y da tanta importancia al cinturón de Barcelona que el número tres de su lista, Felip Puig, centra toda su actividad electoral en el área metropolitana. Y más aún: la candidata a la alcaldía de L'Hospitalet, Meritxell Borràs, ocupa la cuarta posición en la candidatura de Convergència i Unió.
Montilla quiere captar esos 600.000 votos esquivos que se decantan por el socialismo en las elecciones generales, pero que se abstienen en las autonómicas. En ese contexto se inscribió la participación de Montilla en la tarde de ayer en un mitin en Santa Coloma de Gramenet, otra de las grandes ciudades del área metropolitana, junto a Manuela de Madre, tercera en la candidatura del PSC. Ambos hablaron en castellano el 95% de su intervención. Fueron muy aplaudidos y más aún cuando mencionaban el nombre del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
La campaña del PSC se centrará, además de en Barcelona, en las ciudades de más de 100.00 habitantes del área metropolitana y en las capitales de provincia, Girona, Tarragona y Lleida
El candidato socialista exhibió también su perfil menos nacionalista en un encuentro con 200 juristas, con los que se comprometió a promover la utilización del catalán en la Justicia pero sin imponer "sanciones". En un momento en que el Gobierno central debe abordar la reforma de la ley orgánica del Poder Judicial para dar cumplimiento al nuevo Estatuto, que dice que jueces y magistrados deberán tener un conocimiento "suficiente" del catalán, Montilla quiso tranquilizar al colectivo afectado. "Lo haremos dialogando, al estilo socialista", dijo.
Mas y Montilla no son los únicos que han puestos sus ojos en el área metropolitana. No es gratuito que el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el candidato a las catalanas, Josep Piqué, eligieran La Farga -un importante recinto ferial- de L'Hospitalet para un mitin almuerzo antes del inicio de la campaña. Tampoco lo es que en ese mismo lugar el candidato de Esquerra Republicana a la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira, diera el pistoletazo de salida en la medianoche del domingo al lunes.
Eje de la campaña
La batalla por la gran Barcelona será uno de los ejes de esta campaña, en la que no falta el espectáculo. El más notable de ayer fue probablemente el de Artur Mas, que para que sus electores se lo crean de verdad, firmó ante notario que no pactará con Partido Popular después de las elecciones. El candidato de CiU se compromete a no "firmar ni establecer ningún pacto permanente o estable con el PP para gobernar Cataluña durante la próxima legislatura".
Y no sólo eso, en el Contrato con los catalanes, como se titula el documento, también constaron sus 21 promesas electorales.
El documento de marras sentó como un tiro a los populares. Piqué, que calificó de "patochada" la firma, se apresuró a decir que CiU no recibirá "votos gratis". Lamentó amargamente "la falta de correspondencia de CiU frente a los ocho años de apoyo parlamentario" y del "desprecio y el insulto" que reciben por parte de la federación nacionalista.
Montilla tampoco se quedó corto. Sin ir más lejos, dijo que hoy mismo en el Congreso CiU y PP pueden ir de nuevo "cogidos de la mano" en la votación de los Presupuestos Generales. El primer secretario del PSC apeló a la "responsabilidad" del jefe de filas de CiU en la Cámara baja, Josep Antoni Duran Lleida, para que no rechace "los mejores presupuestos del Estado para Cataluña". Le reclamó "dejar de lado los intereses partidistas y pensar estrictamente en el conjunto de los catalanes". Votar a favor de los presupuestos sería, en opinión de Montilla, la oportunidad para que CiU "muestre una inflexión", en relación a sus repetidos pactos con el PP.
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