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Los inmigrantes en la escuela

La inmigración se consolida en las aulas

Educación amplía las medidas de apoyo a los extranjeros, que se han multiplicado por 17 en diez años

Los alumnos universitarios no inmigrantes se han multiplicado en Andalucía un 17% en la última década. En el curso 1996/1997, la región tenía 4.254 alumnos extranjeros. Este curso, las aulas andaluzas acogen a 74.720 estudiantes nacidos fuera de España. El 3% de ellos es europeo; otro 30%. de habla hispana; el 27% procede de África y el resto, de Asia y Oceanía. En total, los inmigrantes representan el 5% de los alumnos andaluces. Para facilitar su integración, una normativa de la Consejería de Educación especifica las medidas a poner en marcha por los centros al escolarizar a estos alumnos. Además de generalizar las actividades desarrolladas en cursos pasados, los alumnos extranjeros podrán asistir a clases de refuerzo lingüístico por la tarde.

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"Queremos garantizar a cualquier alumno la escolarización, pero también hay que atender sus peculiaridades", afirma Mercedes González, directora general de Participación y Solidaridad en la Educación de la Consejería de Educación. Las actividades que desde hace años ofrece la Junta a los estudiantes inmigrantes persiguen tres objetivos: darles a conocer el funcionamiento del sistema educativo andaluz, obligar al aprendizaje del español e incentivar el mantenimiento de la cultura materna.

En Andalucía hay ya escolares de más de 150 nacionalidades y apenas un 30% pertenecen a países de habla hispana. Para el resto, que a menudo llega sin conocimiento suficiente de español para comunicarse con sus compañeros, el primer reto de los centros es conseguir que el alumno sea capaz de seguir una clase en español. "Es fundamental para que no pierdan el ritmo", explica González. Estas primeras nociones se enseñan en las ATAL (Aulas Temporales de Adaptación Lingüística), que empezaron a funcionar en 2002 y que cuentan con 275 profesores de español para extranjeros, 24 más que en el curso anterior.

"Cada inmigrante es un caso distinto", señala la directora de Participación. Hay niños que necesitan atención dos meses, otros deben acudir cuatro o seis horas semanales durante todo el curso y a algunos les basta con unas horas. Los más pequeños no necesitan nada. "Los de Infantil y los de los primeros cursos aprenden muy rápido. Cuanto mayor es el alumno, más horas requiere".

Las clases en las ATAL se desarrollan durante el horario escolar y la asistencia es obligatoria cuando se determina que el estudiante lo necesita. Para los que precisan un refuerzo extra, este año se han puesto en marcha clases de apoyo lingüístico por la tarde, a las que los inmigrantes acudirán de forma voluntaria. La Junta espera que así se pueda cubrir la demanda en centros en los que no hay ATAL.

La distribución de los extranjeros en los centros no es homogénea. El curso pasado, en Andalucía, el 80% de los centros públicos tenían alumnado extranjero, según datos del Laboratorio de Estudios Interculturales de la Universidad de Granada. "La presencia es mayoritaria en los públicos, pero no hay un reparto homogéneo y eso puede generar desajustes, que pueden derivar, a su vez, en conflictos", advierte Javier García, investigador del Laboratorio.

Esta diferencia también se da en las provincias. De cada 10 extranjeros escolarizados en el sistema de educación andaluz, siete lo están en Málaga y Almería juntas. En Málaga es donde se ha dado el mayor crecimiento: este año hay 1.000 alumnos inmigrantes más. "Como el fenómeno es desigual, el tipo de tratamiento entre las provincias también lo es. Aunque no encontramos una relación directa entre mayor presencia y mayor tratamiento. Por ejemplo, en Málaga, la población extranjera en las escuelas es alta desde hace muchos años, pero el volumen de profesorado especializado en esa temática (ATAL), ahora se está equiparando a otras provincias como Almería", prosigue García. Un convenio con el Instituto Cervantes permite también agilizar el aprendizaje de la lengua a través del aula virtual de español. El año pasado, Educación distribuyó entre sus centros mil licencias para poder usar esta aula. Para este curso, la oferta se duplica. "Las pueden usar tanto el profesorado como las familias", señala González.

Existe un Plan de Integración de la Inmigración para toda Andalucía, pero sus aplicaciones concretas varían. "Huelva, por ejemplo, está muy volcada en proyectar a los profesores de ATAL como profesores de interculturalidad, no sólo de lengua", destaca García.

Cada vez son más los centros que ofrecen clases de mantenimiento de la cultura materna. El curso pasado llegó a 140 colegios y este año se impartirán en 238. "Incidimos en que son para todos. Así, los españoles también aprenden la cultura de sus compañeros", señala la directora general.

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