Los empresarios reclaman más protagonismo en la gestión política a un paso de las elecciones

"Ha llegado el momento de hablar de economía y dejarse de politiqueo". Así de rotundo se expresaba esta semana el presidente de Fomento, Juan Rosell. La principal patronal catalana ha presentado un cuestionario con 25 preguntas para que las fuerzas políticas que concurren a las elecciones del 1 de noviembre "se comprometan por escrito" ante el electorado. "Los políticos deben dar cuenta de sus decisiones, lo mismo que las empresas hacen con sus accionistas", a juicio de Rosell. El director ejecutivo de la patronal, Joaquín Trigo, reconoce que las recetas económicas de los partidos para la próxima legislatura "aún no están del todo claras". Y apunta en dos direcciones. En el plano fiscal, Fomento asegura que España "aparece en todos las clasificaciones de presión fiscal en lo más alto, junto con Alemania. Es necesario un recorte". En el caso del impuesto de sucesiones, afirma que Cataluña "no puede continuar con un impuesto que otras comunidades han eliminado. Atrincherarse por razones ideológicas no tiene ningún sentido", concluye.

El presidente de Pimec, Josep González, echa de menos medidas para controlar la inflación en los programas económicos que hasta ahora han hecho públicos los distintos aspirantes a gobernar Cataluña. También le preocupa la concreción de los proyectos en materia de infraestructuras: "Todos hablan de lo que se va a recibir de Madrid y el problema es que no hay personal que genere los proyectos necesarios", apunta el dirigente de la organización de pequeñas y medianas empresas catalanas.

La mejora de los accesos al Puerto de Barcelona y el ancho de vía europeo en las redes de ferrocarril son algunos de los proyectos que Josep González quiere ver, al menos, sobre los planos.

El dirigente patronal también cree que Cataluña debe sumarse a la comunidades autónomas que han decidido suprimir el impuesto de sucesiones y donaciones, porque lo contrario "generaría un agravio comparativo que nos puede crear muchos dolores de cabeza". Pidió, por otra parte, que el futuro Gobierno mantenga y actualice el pacto de competitividad.

"Desarrollo estatutario e inversiones en infraestructuras". El presidente de Cecot, Antoni Abad, fija esas dos prioridades antes de ir desgranando algunas peticiones al futuro Gobierno que salga de los comicios del 1-N. "Cataluña tiene en estos momentos un grave problema de sobrerregulación que perjudica la competitividad de las empresas, y lo mismo ocurre en España y en el conjunto de la Unión Europea", apunta. Pero pone el énfasis en la posibilidad de que los empresarios participen más en la gestión tradicional del sector público. "La reflexión del aeropuerto tiene que llevarnos a hacer algo parecido en otros muchos ámbitos, y no sólo en las infraestructuras", afirma. Abad tampoco olvida la reclamación ya clásica de rebajar impuestos, "más en patrimonio que en sucesiones y donaciones". Y lanza una dura crítica a la clase política: "Faltan proyectos. Falta gestión por parte de las administraciones. Les pedimos que concreten, que prioricen las necesidades de gasto. Y que den más recorrido a la iniciativa privada".

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, prefiere no concretar cuáles son las tareas más urgentes a las que se enfrentará el futuro presidente del Gobierno de Cataluña, pero fuentes de la corporación empresarial explican que el mensaje de Valls, que ha rehusado contestar a estas preguntas, no es muy diferente al que ha venido defendiendo en los últimos años.

"¿Cómo piensa recuperar el déficit en investigación y desarrollo e innovación (I+D+i) para potenciar la economía del conocimiento?", según dichas fuentes, es la primera de las preguntas que el presidente de la Cámara formularía a los candidatos a la Generalitat. También inquiriría sobre qué medidas adoptaría el futuro Ejecutivo para que la inversión en educación y formación alcance la media de la Unión Europea.

Independientemente del color político resultante de las próximas elecciones autonómicas, Miquel Valls también reclama que se desarrolle el nuevo Estatuto catalán y el pacto por la competitividad de la economía catalana.