El productor sin puro
Elías Querejeta se desdobla en personaje de un documental y creador de un filme sobre la Guerra Civil
Eres un brujo", le dijo Luis Cuadrado, el director de fotografía de El espíritu de la colmena, mientras le empotraba, incrédulo, contra la pared tras el primer visionado de la película de Víctor Erice. Han pasado muchos años, y Elías Querejeta (Hernani, Guipúzcoa, 1930) sigue siendo un brujo, el artífice de más de cincuenta títulos de cine español, el productor más importante en la historia de nuestra cinematografía, un hombre controvertido y brillante, complejo y difícil, ese que ha luchado con pasión y coherencia por una cosa que él trata de explicar pero sólo porque se lo piden. "Soy así. Yo no me paro a analizar ni a comparar mi trabajo con el del resto de productores. Mi única manera de trabajar es hacer aquello que me apasiona", aseguró ayer Querejeta, que hizo doblete en el Festival de Cine de San Sebastián. Se presentó el documental El productor, realizado por Fernando Méndez-Leite, primera producción cinematográfica del canal de televisión TCM, que descubre la personalidad y métodos de este productor tan singular, al mismo tiempo que se proyectaba su último trabajo, Noticias de una guerra, narración estructurada que muestra, a través de noticias y de imágenes de la época, la ansiedad, el horror y la muerte en la Guerra Civil española.
"No la he visto", dijo Querejeta sobre El productor. "Eso dice", señaló Méndez-Leite. El humor y la ironía han acompañado desde hace muchos años la relación entre productor y realizador, dice Méndez-Leite. "Es indomable, independiente, admiro su decisión de hacer las películas que quiere o cómo las quiere, es crítico, deslumbrante, desde sus primeros títulos vimos que estábamos ante un cine visualmente perfecto", asegura el realizador, que ha entrevistado a directores, colaboradores y técnicos, además de al propio Querejeta, con el objetivo de descubrir su cine a las generaciones más jóvenes.
Es el productor sin puro -"hay cierta tendencia a creer que el productor es el que se mueve y busca el dinero y sólo se mueve por el dinero", se lamenta Querejeta-, el hombre que no se cree descubridor de nadie, el que no sabe cómo explicar eso que han llamado el sello Querejeta, el que nunca ha pensado en tirar la toalla y el que sí reconoce que quizá no ha llegado a ser director porque no ha sentido ni la seguridad ni la pasión por la realización.
"Fue un padre ausente, por el trabajo. De las cuatro películas que he hecho, tres las hemos hecho a gritos y a medias". Es lo que dice en El productor alguien que le conoce bien, su hija Gracia. El culpable, como asegura Méndez-Leite, de intentar cambiar el mundo poniéndole un espejo delante.
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