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La financiación de la Iglesia católica

El Ejecutivo mantiene el 0,52% del IRPF para las ONG

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno mantendrá la actual asignación de fondos del 0,52% del IRPF para fines sociales que perciben las distintas organizaciones no gubernamentales. Esta casilla del impuesto sobre la renta no se verá modificada, pese al cambio motivado en la referente a la Iglesia, según aseguraron ayer fuentes gubernamentales. De esta manera, si los contribuyentes eligen la casilla dedicada únicamente a fines sociales, se le destinará ese 0,52% del total de su contribución tributaria a ese fin. Si eligen la casilla mixta, el 0,7% de su dinero irá a la Iglesia y otro 0,52% del total irá a las ONG.

Aunque compartan un mismo apartado dentro de la declaración de la renta, el proceso que sigue el dinero que cada contribuyente destina a la Iglesia católica o las organizaciones sociales sigue caminos muy distintos. Mientras los fondos de la Iglesia van directamente a sus arcas, ese 0,52% de los contribuyentes que deciden dar su aportación a las organizaciones sociales se envía a los ministerios que lo gestionan para que éstos hagan el reparto entre las distintas ONG, incluidas las pertenecientes a la Iglesia católica, como Cáritas. A unas se les concederá más, a otras menos, y a otras, nada, dependiendo de los proyectos que presenten y les concedan.

La mayor parte de ese dinero lo gestiona el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. De los 114 millones de euros recaudados en la campaña fiscal de 2003 para fines sociales, este ministerio repartirá el 85% (97 millones), según anunció el pasado mes de julio. Llegará a casi 300 asociaciones para desarrollar 823 proyectos, la mayoría de ellos (40%), para programas de atención a mayores y discapacitados. Las ONG que más recibirán son Cruz Roja y Cáritas, más de 10 millones de euros cada una de ellas.

Pero el procedente del IRPF no es el único ingreso que las ONG reciben de las administraciones públicas, ya que el Gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos ofrecen más subvenciones, normalmente, por concurso, para los proyectos que desarrollan estas organizaciones. En el caso de las ONG para el desarrollo de los países pobres, la mayoría de ellas obtienen más dinero de las comunidades autónomas y los ayuntamientos que del Gobierno central, según los datos de 2005 de la coordinadora estatal que reune a estas organizaciones.

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