España exigirá entrar en la gestión de EADS en igualdad con Rusia
El Gobierno quiere elevar su presencia al menos hasta el 10% del capital
La reunión que celebran hoy en París los primeros mandatarios de Francia, Alemania y Rusia tiene como uno de los puntos principales del orden del día -si no el principal- la entrada de este país en el accionariado del consorcio aeronáutico europeo EADS. El Estado ruso, a través del Banco de Comercio Exterior (Vneshtorgbank), adquirió el pasado verano en torno al 5% del fabricante de los aviones Airbus y ahora el objetivo primordial de Putin es que Jacques Chirac y Angela Merkel acepten su participación en la gestión del grupo, a la que en principio se opone EADS. No obstante, la importancia estratégica del suministro de gas natural a Europa y la promesa de Putin de flexibilizar la entrada de capital extranjero en sus industrias aeronáuticas, puede hacer cambiar las cosas.
Franceses (con el 22,5%, entre el Estado francés y Legardère) y alemanes (otro 22,5%, a través de DaimlerChrysler) se reparten el control de EADS, en la que también participa España. Pero el papel del Estado español, que tiene un 5,4% a través del grupo público SEPI, es de convidado de piedra. Tiene voz en el consejo (la del ex ministro Juan Manuel Eguiagaray), pero no tiene voto.
Sin embargo, el Gobierno español no va a estar callado en este asunto, y así lo hará saber en el Consejo de Administración de EADS del próximo 29 de septiembre. Según han confirmado fuentes gubernamentales, España "está abierta a la remodelación del consejo de EADS; pero siempre y cuando haya equilibrio en las decisiones que se tomen y se tenga en cuenta la presencia de España". Es decir, si se decide que Rusia participe, España también exigirá hacerlo. "O tienes mando en plaza o no tienes nada que hacer", afirma una fuente del sector.
Indecisión de España
España quiere elevar su presencia al menos al 10% en el capital y, al mismo tiempo, su participación en la construcción de aviones, que ahora ronda el 7%. Sin embargo, esos intentos no han pasado de amagos, ya que la SEPI no está dispuesta a gastarse un euro y la iniciativa privada, con la que se contaba, no acaba de decidirse.
España ha esgrimido el uso en el futuro A-350 de la fibra de carbono, de la que es líder mundial y que supone una mejora sustancial en capacidad de vuelo y costes, ya utilizada con éxito en el Boeing 787. Para el sector existe el lógico temor de que si participa Rusia se "pueda hacer migas la industria española" ya que su potencial en materiales metálicos, sobre todo titanio, es enorme. Pero, al mismo tiempo, las pretensiones de Rusia se pueden convertir en una oportunidad para España más que una amenaza si consigue el mismo trato.
Rusia aprovechó la crisis de EADS (retrasos en las entregas del A-380, que llevó a dimisiones y ceses, e indefinición en el desarrollo del A-350) para comprar acciones, muchas vendidas precisamente por franceses y alemanes, además de la británica BAE. Compró el citado 5% durante el verano y anunció que quería llegar al 10%. El interés de Putin por EADS se fraguó tras la declaración expresa en febrero de 2005 del entonces canciller alemán Gerard Schröder de que Rusia debía participar. Schröder entraría después en la presidencia del gigante gasista ruso Gazprom.
La presencia rusa en EADS es buena, según las fuentes consultadas. Aportaría ventajas al consorcio que ayudarían a superar la crisis y consolidarse ante la estadounidense Boeing. Ayudaría a que la renovación de la flota de Aeroflot la hiciera Airbus y permitiría participar en el desarrollo conjunto de aviones militares. Y puede facilitar que EADS, que ya tiene el 10% de la empresa rusa del ramo Irkut, participara en la Corporación Unificada de Aeronáutica.
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