El Tribunal de Cuentas pide a la Cámara abrir un diálogo para solventar sus diferencias

La presidenta del Tribunal de Cuentas, María Asunción Macho, se ha dirigido a la del Parlamento, Izaskun Bilbao, para pedirle que articule en la Cámara una vía de diálogo para tratar de solventar las diferencias surgidas en los últimos meses. Este año el Tribunal modificó las prioridades de trabajo que le marcó el Parlamento y la Cámara tuvo también que pedir por dos veces un informe, al entender que el enviado por Macho tras la primera petición no se ajustaba a lo solicitado. El plazo para su remisión se cumplió en julio sin que haya sido enviado todavía.

El Tribunal de Cuentas ha dado un paso para atajar la pérdida de credibilidad de sus informes y el cuestionamiento de su neutralidad que se han producido en los últimos meses

con varios choques en el Parlamento. La oposición ha puesto en solfa por vez primera el trabajo del órgano fiscalizador de las cuentas públicas, al que achaca estar en manos de los grupos del Gobierno y actuar en su interés. El Tribunal pretende cortar esa dinámica y lo intentará por el procedimiento de pedir la apertura de un diálogo con la Cámara para aclarar su papel y las actuaciones cuestionadas.

Según confirmaron a este periódico fuentes oficiales del Tribunal de Cuentas, María Asunción Macho se ha dirigido por escrito a la presidenta del Parlamento para solicitarle que se arbitre un cauce de diálogo entre ambas instituciones que contribuya a poner fin sus desencuentros.

Las fuentes citadas estiman que el foro idóneo sería la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos, en la que por ley debe rendir cuentas la presidenta del Tribunal de Cuentas, y se inclinan por la formación de una ponencia en su seno, en la podrían participar técnicos de los grupos parlamentarios y del órgano fiscalizador.

En el Tribunal de Cuentas se espera que la primera reunión pueda celebrarse este mismo mes, para atajar cuanto antes la situación de crisis abierta entre ambos organismos. Sus causas inmediatas fueron la modificación por el Tribunal de las prioridades de fiscalización que le encomendó el Parlamento y el envío por la presidenta de aquél de un informe que el pleno estimó que no se ajustaba a lo pedido y cuya remisión le reclamó nuevamente.

El plazo para el envío del nuevo documento se cumplió en julio, sin que Macho lo haya remitido a la Cámara. A cambio, ha dirigido a la presidenta Bilbao su petición de apertura de un diálogo en el que se esclarezca qué es lo que el Parlamento desea y se alcance un acuerdo sobre la forma en que debe desempeñar su trabajo.

La presidenta de la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos, la peneuvista Covadonga Solaguren, ha asegurado desconocer todavía la iniciativa de Macho, que sí confirmó la presidencia del Parlamento. Medios cercanos a Izaskun Bilbao no precisaron sin embargo qué forma se dará al diálogo pedido por el Tribunal de Cuentas, ni si las presidentas de ambos órganos lo iniciarán personalmente, para darle curso después en el formato que se acuerde. En principio, la idea que barajó el propio Tribunal es que se cree un grupo de trabajo en el seno de la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos, pero este extremo no está todavía decidido.

Aclarar "malentendidos"

La gestión realizada por la presidenta del Tribunal ante Izaskun Bilbao se decidió en un pleno de este órgano celebrado a finales de julio. "Al parecer, se ha producido un malentendido entre lo que la Cámara pedía y lo que el Tribunal ha interpretado que se le pedía. Al no haber gustado la respuesta [al Parlamento], se busca saber qué es exactamente lo que la Cámara quiere del Tribunal en relación con la evaluación de las políticas públicas", explicaron fuentes de éste sobre el sentido de su decisión.

En una entrevista publicada por este periódico, el consejero Rafael Iturriaga, nombrado a propuesta socialista, y que fue presidente del Tribunal de Cuentas, abogó por la apertura de ese diálogo franco y estimó que con su respuesta al Parlamento la presidenta del Tribunal de Cuentas había ocasionado un conflicto gratuito e innecesario con la Cámara.

Iturriaga abogaba por la constitución en el Parlamento de una nueva comisión, específica para el Tribunal de Cuentas, tal y como existe en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, otras fuentes consideran que ese cambio exigiría a su vez modificar la Ley del Tribunal de Cuentas, que data de 1988. En esa norma se explicita que es la comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos el lugar para la interlocución entre el órgano fiscalizador y la Cámara, ante la que tiene que responder.