"En EE UU, las células madre de cordón fetal son un tesoro nacional"
Considerado una primera autoridad mundial en materia de células madre de cordón fetal, John Wagner se formó en oncología pediátrica en la Universidad John Hopkins de Baltimore (EE UU) y con 35 años, en la Universidad de Minneapolis, formó parte del equipo que en 1990 practicó el primer trasplante de células madre de cordón umbilical en un niño con leucemia. Actualmente, Wagner es director de la Unidad de Trasplante de Sangre y Médula de la Universidad de Minneapolis y ha formado parte del consejo asesor del Congreso de EE UU que en 2005 aprobó el empleo de este procedimiento en la práctica clínica.
Como ardiente defensor del gran potencial terapéutico que presentan las células madre procedentes de sangre de cordón fetal, Wagner afirma que en su país son consideradas "un tesoro nacional". Ayer trató de transmitir este mensaje en la conferencia que pronunció en el Colegio de Médicos de Madrid
El científico insta a las autoridades españolas a crear más bancos de tejido umbilical
Desde aquel primer trasplante de 1990 en Minneapolis se han realizado en el mundo más de 4.000 intervenciones como aquella, principalmente en cánceres hematológicos (leucemias, linfomas, mielomas). "Se están desarrollando muy diversas líneas de investigación en procesos no cancerosos, como diabetes, anemias graves, patologías cardíacas y neurovasculares, lesiones de la columna vertebral, enfermedades degenerativas, procesos autoinmunes e incluso en reparación de daños producidos por quimioterapia y radioterapia", explica Wagner. "Pero sin duda lo más conocido es el empleo en el tratamiento de leucemias. En EE UU la principal fuente de células madre con este fin terapéutico en niños es la de cordón umbilical y está en crecimiento su uso también en adultos".
Las posibilidades de conseguir donantes compatibles de médula ósea se reducen a un 50% entre gemelos y a un 25% entre hermanos. Son muy bajas si se trata de pacientes no emparentados y en este caso la alternativa es buscar un donante en el registro internacional, con una probabilidad de éxito inferior al 40%. "Sin embargo", aclara Wagner, "la preservación y almacenamiento de sangre de cordón fetal garantiza una compatibilidad completa con las células del propio bebé y, seguramente, con las de otros miembros del grupo familiar".
Otra de las ventajas que subrayó este experto es que el trasplante de médula ósea es un método invasivo y de no rápida disponibilidad, en tanto que la extracción de la sangre de cordón fetal es incruento y de disponibilidad inmediata. Wagner defiende la creación de bancos de células madre de cordón umbilical "por las enormes posibilidades terapéuticas ya conocidas y por descubrir". Aboga por este amplio campo de la investigación clínica y lo define como una cuestión altruista y humanitaria en la lucha contra la enfermedad.
Idealmente, considera que la mejor fuente de células madre para trasplante en casos de leucemia es la de cordón fetal: "Los datos disponibles revelan que la supervivencia es mayor en el trasplante relacionado que en el no emparentado y además no requiere la realización de costosos análisis de compatibilidad. A medida que aumente el número de bancos públicos y privados y con ello la recogida de depósitos de células madre de sangre de cordón umbilical irá siendo mayor el número de trasplantes relacionados".
Wagner instó a las autoridades sanitarias y a los médicos españoles a la creación de más bancos, públicos y privados, de estas características para poder salvar más vidas e ir avanzando en los conocimientos de las múltiples aplicaciones clínicas futuras de este procedimiento. Y añadió: "Si en España nacen al año unos 450.000 niños y hasta ahora en una década sólo se han obtenido 20.000 muestras de sangre de cordón fetal, quiere decir que este material se sigue considerando de desecho biológico. Esto es una gran paradoja, cuando se trata de un tejido con un inmenso potencial terapéutico".
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