La Unión Europea condena las cárceles secretas de la CIA por violar las leyes internacionales
Nueve días ha tardado la Unión Europea en declarar que las cárceles secretas que EE UU reconoce tener repartidas por todo el mundo y en las que sospechosos de terrorismo permanecen encerrados sin acusación ni garantías jurídicas, son ilegales. Ayer, a petición de Holanda y España, Los Veinticinco emitieron una escueta declaración en la que indicaron que estos centros de detención fantasmas "no están en conformidad con el derecho humanitario ni el derecho penal".
La semana pasada, el presidente estadounidense, George W. Bush, reconoció oficialmente el programa de cárceles fantasmas que la prensa de su país llevaba meses aireando. Al menos dos países europeos habrían albergado estas cárceles, según la prensa. "No consideramos aceptable la existencia de cárceles secretas", dijo al fin del Consejo Europeo el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos.
El ministro de Exteriores finlandés, Erkki Tuomioja, fue el encargado de leer la declaración que Los Veinticinco se resistieron a dejar por escrito en las conclusiones del Consejo Europeo celebrado ayer en Bruselas. "Durante la comida, el ministro holandés, Bernard Bot, ha sacado el tema de las prisiones secretas en Europa y las cuestiones que hemos discutido en el Consejo de Europa y en el Parlamento Europeo", dijo.
Tras insistir Tuomioja en el compromiso de la UE de combatir el terrorismo por medios legales, estimó que "la existencia de centros secretos de detención es un vacío legal. No están en conformidad con el derecho humanitario ni el derecho penal". El ministro finlandés anunció que la UE continuará "el diálogo con EE UU sobre el respeto a los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo". Poco después, el coordinador antiterrorista de la UE, Gijs de Vries, se sumaba a la tímida condena al afirmar en un comunicado que "las prisiones secretas son ilegales, inmorales y contraproducentes en cualquier estrategia para conquistar los corazones y las mentes".
"Respondemos a la declaración de Bush con otra declaración", explicó más tarde Moratinos, en conferencia de prensa. El ministro dijo que ningún país europeo se planteó pedirle a Bush explicaciones sobre dónde se encuentran esas prisiones ilegales.
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