Una inscripción que cambia la historia
El hallazgo de un texto olmeca remonta hasta hace casi 3.000 años la escritura en América y obliga a modificar la visión sobre la primera gran cultura del continente
Uno de esos raros hallazgos que cambian la historia. Un bloque de piedra hallado en la humilde cantera de Cascajal, en las tierras comunales de Lomas de Tacamichapa, en Veracruz (México) ha resultado contener un hasta ahora desconocido sistema de escritura olmeca que, datado a principios del primer milenio antes de Cristo (hacia el 900 antes de Cristo), se ha convertido en el texto escrito más antiguo de América, 400 años anterior a los testimonios que se conocían.
Además, y esto es probablemente más importante aún, demuestra sin lugar a dudas que los olmecas, la primera gran civilización americana, de la que bebieron mayas y aztecas, y que han sido considerados los sumerios del Nuevo Mundo, los progenitores de las complejas sociedades mesoamericanas, disponían de escritura. Ello cambia de manera radical el paradigma de esa cultura -conocida popularmente por sus colosales cabezas escultóricas monolíticas-, según recalcó ayer a este diario desde Estados Unidos, uno de los responsables del descubrimiento, el antropólogo Stephen D. Houston, de la Brown University.
"Es la primera evidencia olmeca de escritura", indicó. "Significa nada menos que los olmecas tenían literatura, que eran capaces de comunicar su cultura a las generaciones futuras, que eran, en suma, una civilización mucho más compleja y rica de lo que imaginábamos".
El descubrimiento, que aparece publicado hoy en Science por un grupo de investigadores mexicanos y estadounidenses encabezados por los arqueólogos Carmen Rodríguez y Ponciano Ortiz, se produjo al desmontar unos peones una zona de la cantera -un antiguo sitio arqueológico- a fin de obtener piedras para pavimentar una carretera. En conexión con el bloque inscrito, de piedra serpentina, fueron halladas cerámicas, fragmentos de figuritas de barro y otros materiales rotos. Todos ellos han podido ser datados en la fase más antigua de la cultura olmeca -denominada de San Lorenzo, por el primer gran centro de esa civilización, cerca de Cascajal-, entre 1.200 y 900 años antes de Cristo.
El bloque, de 36 por 21 centímetros, de 13 centímetros de grosor y con un peso de 12 kilos, contiene un texto inciso de 62 signos (glifos) -28 distintos-, algunos de los cuales se repiten más de cuatro veces. Esa frecuencia y su secuencialidad, recalcan los investigadores, indica claramente que se trata de algún tipo de escritura y señala la probable presencia de sintaxis. Algunas agrupaciones de signos apuntan a que el texto podría contener fórmulas poéticas.
Los expertos creen que el texto debe leerse horizontalmente. Entre los glifos se encuentran algunos que evidentemente tienen un origen icónico, como formas vegetales, el signo de un ojo, un trono, una mazorca de maíz, un pez o un perforador, acordes todos ellos con la imaginería olmeca. En la inscripción aparece también un insecto u hormiga.
Para los que llegados a este punto se hayan hecho muchas ilusiones, hay que decir que los investigadores señalan que la posibilidad de descifrar la escritura olmeca es "baja". El fragmento es corto, no consta en él ninguna correlación para explicar los signos y la escasa cantidad de éstos, aunque apuntan a un alfabeto, impide cualquier extrapolación estadística. Habrá que esperar a nuevos hallazgos o a una piedra Rosetta mesoamericana.
La superficie en la que aparece la inscripción había sido trabajada para la incisión del texto y los estudiosos creen que se trataba de un documento que podía ser borrado o revisado.
Anteriormente habían sido hallados otros indicios de escritura olmeca, aunque eran muy controvertidos. En todo caso, la inscripción del bloque de Cascajal antecede en 400 años la primera aparición de la escritura en el Nuevo Mundo. En general se consideraban los glifos de la cultura zapoteca hallados en Oaxaca los más antiguos de América. En cuanto al Viejo Mundo, la escritura se había desarrollado más de 3.000 años antes, en Mesopotamia.
¿Por qué se ha tardado tanto en encontrar la escritura de una civilización como la olmeca? Stephen D. Houston señala que "hay dos respuestas: que se ha excavado poco o que mayoritariamente la escritura olmeca estuviera hecha sobre madera, y por tanto se hubiera perdido". El estudioso recordó a propósito la existencia de numerosas tallas olmecas, que sugieren la existencia de una rica tradición de trabajo con la madera.
Los olmecas (su nombre significa " la gente del país del caucho" y se lo dieron los mexicas) influenciaron a las posteriores culturas en su arquitectura, religión y simbolismo.Hasta ahora no estaba acreditada la escritura entre los olmecas, los sumerios de la América precolombina
Babelia
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